70 es el precio justo para Calhanoglu, ni uno menos. Pero él quiere quedarse. ¿Y qué quiere el Inter?

70 es el precio justo para Calhanoglu, ni uno menos. Pero él quiere quedarse. ¿Y qué quiere el Inter?
70 es el precio justo para Calhanoglu, ni uno menos. Pero él quiere quedarse. ¿Y qué quiere el Inter?

El rumor de hace 48 horas se convirtió en una verdad establecida en 2 días, aunque los detalles e inexactitudes aún necesitaban ser resueltos. Se confirma la persecución del Bayern por Calhanoglu, viene de lejos, está en marcha. El contacto está ahí, la oferta no está formalizada, pero se han discutido cifras, se han dejado claras las propuestas y peticiones, y por tanto sabemos dónde tenemos que ir para completarla.

La cuestión es que Calhanoglu se siente halagado y seducido, pero sigue dando prioridad al Inter. Se ha asentado con su mujer y sus hijos, le gusta todo de vivir aquí y si pudiera no cambiaría, más allá de la evidente pertenencia al Inter. Sin embargo, vive en el fútbol del presente, por lo que si llega una oferta de un gran club hay que tenerla en cuenta, ya sea para el futuro o para igualar los valores del mercado.

El turco gana 6 millones al año, y el contrato del Bayern no es pornográfico: 8 millones por temporada, no poco pero tampoco indispensable. Y Calhanoglu agradeció, tomó en consideración, informó al Inter y dijo: señores, para mí ustedes son lo primero, por eso los elijo como prioridad. Pero la propuesta está ahí, y en este punto deberías intentar hacer algunos ajustes al contrato. Y ante la imposibilidad de recaudar más allá de los 6 millones actuales, se relanzó con una contrasolicitud muy razonable y respetuosa: ampliar el contrato con el mismo salario actual, un año más hasta 2028..

Sería una solución que respetaría a todas las partes y por eso Calhanoglu le ha dado al Inter la oportunidad a precios reales.

¿Qué hará el Inter? Tiene que decidir.

Sin embargo, hay dos factores a considerar. Primero: vender Calhanoglu sólo tiene sentido por 70 millones, ni uno menos. Aceptar unos cuantos millones pero no a su ventajoso precio para el Inter no tendría sentido para el club. Como Hakimi, que fue vendido por un precio fácil cuando otros diez millones habrían tenido más sentido. El recorte sólo tiene sentido empezando justo por encima del valor de mercado.

Y segundo: olvidarse de buscar rápidamente un sustituto para Hakan: simplemente no están ahí.

El base es una perla rara en el fútbol contemporáneo: hay muy pocos y quienes los tienen se aferran a ellos. En la propia Italia con esas características y cualidades quizá sólo existan Lobotka y Calhanoglu. Está bien que el Inter haya podido regenerarse continuamente, pero alguien como Calhanoglu simplemente no está ahí para comprar. Y por tanto los 70 millones ganados pueden convertirse en 70 millones perdidos si el nivel del equipo baja drásticamente.

Ahora veremos de qué está hecha la propiedad del Inter: si aceptaran por pura cuestión de dinero, mis mejores deseos para Simone Inzaghi, porque significaría un Inter dispuesto a recaudar dinero independientemente del proyecto.

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