«Si no desapareces te golpeo», «Mátate». Estos son algunos de los mensajes que Davide Falcetta envió en 2016 a su novia Claudia De Chirico (en la foto), de 22 años, quien se suicidó en diciembre de ese año.
Sólo han sido analizados ahora porque, en su momento, un sargento no los había incluido en el expediente. Pero suenan como una confirmación de la presión sobre la joven. La niña fue encontrada colgada de un paso subterráneo del ferrocarril en Terlizzi, provincia de Bari, la madrugada del 23 de diciembre de 2016. Tenía el cable del cargador del móvil colgado del cuello. Los automovilistas que pasaban dieron la alarma. La chica vestía un vestido elegante porque el día anterior había asistido a una boda tras la cual había tenido una violenta discusión con su novio. De hecho, Fascetta confirmó que ambos discutían a menudo, incluso por razones triviales, y añadió que Claudia, más de una vez, había amenazado con suicidarse “para asustarlo”.
La noche del 22 de diciembre, luego de la discusión, la dejó sola, borracha y herida, en la calle, y luego se fue a dormir. Se han reabierto las nuevas investigaciones para entender si de alguna manera el gesto extremo de Claudia era previsible en aquella situación de crisis.
Después de ocho años, la jueza de Trani, Marina Chiddo, ordenó el auto de procesamiento forzoso por muerte como consecuencia de malos tratos en el ámbito familiar, rechazando la cuarta solicitud de sobreseimiento presentada por la Fiscalía. Entre otros mensajes encontrados, la chica había escrito varias veces a su mejor amiga: “Davide levantó las manos”.
Según el juez, la joven de 22 años se quitó la vida debido a “la progresiva anulación de la propia persona en la que había llegado a encontrarse a consecuencia de la conducta opresiva, violenta y amenazadora llevada a cabo por su pareja de convivencia”. “.
El chico restó importancia a la última discusión, explicando que Claudia sólo se había enojado porque estaba mirando a los bailarines brasileños presentes en la fiesta. Pero sus amigos, entrevistados individualmente, confirman que las discusiones fueron frecuentes, al igual que las amenazas de Fascetta. Además, al parecer, de las palizas.
Sin embargo, Claudia no lo abandonó, aunque sus amigos la animaron a hacerlo, por miedo a quedarse sola.
Ahora los mensajes.
Lo que demostraría, según el juez de instrucción, una situación de malos tratos que habría llevado a Claudia a tal estado de postración y subyugación que la indujo a elegir la muerte como única posibilidad “para escapar del continuo sufrimiento sufrido”.
