Serrastretta. Las escaleras derribadas no son “u Siaggiu”, es un error histórico

Respetando las sensibilidades y opiniones de todos, me veo obligado a intervenir en relación con un artículo publicado recientemente en este periódico, titulado “Demolición del asedio de Serrastretta: un golpe al corazón de la comunidad”, para hacer aclaraciones y observaciones.

La ocasión también me permite retroalimentar y aclarar algunos comentarios que aparecieron en las redes sociales.

El artículo citado contiene imprecisiones históricas, no especifica la naturaleza del edificio que se derriba y no contextualiza la zona en la que se realizan las obras.

Además, y esto es lo más lamentable, el texto daña la imagen de todo un país y de sus ciudadanos, no la de una administración municipal.

A veces, desgraciadamente, la emotividad hace que se cometan errores, que se vuelven espantosos cuando se confían declaraciones a la prensa.

Habría bastado con preguntar a un habitante de Serrastretta, de edad avanzada, digamos 80/90 años, como hay muchos en la ciudad, qué significa en lengua popular la expresión “u Siaggiu”.

Yo mismo, que a diferencia del autor del artículo nací y crecí en una aldea de Serrastretta, hice la pregunta a tres personas diferentes, todas ellas cercanas a los 90 años, recibiendo de todos la misma respuesta: “u Siaggiu fueron las sesiones en el lado largo de la plaza”, que eran de mampostería y una vez se extendían en toda su longitud.

Antes de su aspecto actual, tras obras realizadas hace unas décadas, estos asientos ya habían sido rehechos, siempre en mampostería y en el mismo lugar, pero creando un espacio vacío entre un banco y otro, ocupado por una barandilla. Este era el lugar de reunión, socialización y descanso conocido como “u Siaggiu”.

Para quien esté interesado en comprobarlo, basta con ver un vídeo de 1959, facilitado por Teche Rai, del que he hecho extraer algunos fotogramas, que adjunto a esta nota.

La película, titulada Noche de gala con Dalida, puede verse en el siguiente enlace: https://www.teche.rai.it/2023/01/serata-di-gala-con-dalida/

Una vez aclarado que el objeto de la denuncia no es “u Siaggiu”, es necesario hacer algunas consideraciones.

Mientras tanto, hay que decir que los artefactos derribados eran dos asientos de mampostería, construidos por un particular, adheridos a la fachada del edificio de su propiedad, enteramente enlucidos, desprovistos de cualquier valor de fabricación, ni de materiales, y de valor histórico o arquitectónico. como podéis verlo en las fotos adjuntas. También estaban enfermos.

Sin embargo, estas sesiones, especialmente para las generaciones más recientes, han adquirido un valor afectivo y simbólico, como punto de agregación y sociabilidad, que subyace a un valor social compartido en la comunidad.

La Administración comparte esta valoración y la necesidad de preservar el lugar en cuestión, pero le gustaría aumentar su atractivo.

De hecho, la dirección dada al grupo de diseñadores de la intervención, entre los que se encuentran profesionales consagrados de importancia nacional, fue restaurar los asientos, dándoles al mismo tiempo un valor añadido, un valor estético que pueda transmitirse de generación en generación. como aporte producido por la generación actual.

Dicho esto, hay que decir que la demolición de los dos escalones se enmarca dentro del ámbito de las obras de renovación y remodelación del edificio cercano al que fueron construidos.

Este edificio también carece de valor arquitectónico, tiene un tejado de láminas de fibrocemento y se encuentra en un estado de degradación desagradable, ya que el edificio da a la plaza de la ciudad. El edificio también fue reconstruido, probablemente después de la guerra, como se puede ver en la foto adjunta, que muestra cómo era anteriormente. En la misma fotografía se puede ver el original y original “u Siaggiu”.

El edificio antes mencionado fue adquirido por la Municipalidad, se convertirá en la recepción/salón del hotel multifamiliar propuesto y será restaurado, embelleciendo el contexto de la plaza.

Finalmente, es necesaria una última aclaración.

El Ayuntamiento está llevando a cabo una operación de recuperación y reurbanización del patrimonio edificado del centro histórico sin precedentes y que va más allá de la finalidad receptiva de la intervención. Se incluyen dos palacios de las familias que fundaron Serrastretta, lo que queda del Castillo D’Aquino, la última pequeña iglesia aún recuperable y otros edificios valiosos.

Todas las intervenciones tienen como objetivo salvaguardar los elementos tipológicos y arquitectónicos, para preservar y poner en valor bienes de valor histórico, arquitectónico e identitario que estaban a punto de volverse irrecuperables.

Estos edificios representan nuestra historia, lo que hemos sido y uno de los testimonios más importantes que dejaron nuestros antepasados. Gracias al trabajo en curso, podrán salvarse de la decadencia y transmitirse a la posteridad.

Ante una operación de esta magnitud, parece ridículo concentrar la atención en dos pasos. La nostalgia y los recuerdos románticos están bien, pero tenemos que darle un futuro al país.

El objetivo que persigue el Municipio es hacer el pueblo más bello, más atractivo, capaz de repensarse y reinventarse.

Si no creamos oportunidades laborales para nuestros jóvenes, sólo quedarán recuerdos, pero no habrá futuro. ¡El desafío de una hospitalidad generalizada puede ser una posibilidad!

Alcalde

Antonio Muraca

PREV Visitas médicas y exámenes gratuitos en Piazza Salotto con motivo de las celebraciones del 250 aniversario de la policía financiera
NEXT L’Aquila, lunes 24 de junio segunda cita de la XXVIII Revista de Órganos