“Don Ruggeri debería irse a otra diócesis lejos de nosotros”

Fano, 19 de junio de 2024 – “Él lo tenía aclarado, cuando quiso conocernos a mí y a mi esposa, no cambió de opinión y lo hizo. Pero simplemente no podemos entender por qué. Ni siquiera ahora, después de haber leído y releído innumerables veces sus palabras publicadas en los periódicos. Por qué ¿Ese sacerdote es más importante para el obispo que nuestra familia?

El padre del entonces niña que hace 12 años fue sometida a actos sexuales por Don Giacomo Ruggeri, tras conocerse, el pasado viernes, que el sacerdote estaba reintegrado en la diócesis de Fano y asignado a la parroquia de Pergola (a unos veinte kilómetros de Orciano, ed) permaneció en silencio, pero ahora siente el deseo de compartir algunos de sus pensamientos y sentimientos. “Es la última vez – dice -, porque hablar no soluciona nada, hay quienes deciden por encima de nosotros. Sin embargo, quiero decirles algunas cosas, también porque en los últimos días, después de mi exclamación pública a través de su diario , muchos han tenido una buena palabra para mí y mi familia, han manifestado su cercanía y solidaridad encerrados en nuestro dolor durante 12 largos años, es algo importante, que nos da un poco de fuerza, nos hace sentir menos solos, en un momento realmente malo y difícil. Les doy las gracias y los abrazo de corazón, uno a uno”.

Claudio, así se llama esto padre profundamente marcado por el sufrimiento, pero con una dignidad extraordinaria, nos confiesa que realmente “meditó” mucho sobre las frases del obispo: “pero sin comprenderlas. Dijo, por ejemplo, que de más de 220 diócesis en Italia, ese sacerdote debe regresar precisamente aquí porque aquí se ha ordenado y que no podemos pedir a los demás lo que nos corresponde hacer solo a nosotros: acogerlo y ayudarlo. Pero a mi hija, víctima de esta terrible historia, ¿quién la ayuda? ¿Cuál es el acto de valentía del que habla el obispo? Como realmente no puedo entenderlo y nunca lo entenderé, sólo quiero decir una última cosa: demuéstrenle valor a ese sacerdote. Coraje y respeto. Da un paso atrás y, ante la conciencia de que tu presencia en estos lugares causa sufrimiento a una niña que de niña fue privada del derecho a crecer en paz, ve y realiza tu trabajo en otra diócesis”. “Sólo esto – concluye papá, con su voz temblorosa de emoción, puede darle un poco de paz a mi familia”.

PREV Lecce, violencia sexual grupal durante visitas falsas: médico y fiscal adjunto bajo arresto domiciliario
NEXT En bicicleta, de Florencia a Sesto Fiorentino: la tricolor en honor a Martini. Duelo entre profesionales