Demasiados suicidios en las prisiones italianas: 4 muertes ayer – Piazza Rossetti

Demasiados suicidios en las prisiones italianas: 4 muertes ayer – Piazza Rossetti
Demasiados suicidios en las prisiones italianas: 4 muertes ayer – Piazza Rossetti

“Los suicidios en prisión son una emergencia nacional”. Así lo afirmó la Asociación Antígona, que lucha por los derechos en las prisiones.

“Ariano Irpino, Biella, Sassari, Téramo. Estas son las cuatro prisiones donde entre el viernes y el sábado, en 24 horas, se suicidaron los últimos cuatro reclusos – recuerda Antígona – El último de los, hasta ahora, 44 que se quitaron la vida en una institución penitenciaria en los primeros cinco meses y medio de 2024, uno cada casi tres días. Una cifra que de seguir creciendo a este ritmo llevaría a que en 2024 se supere la trágica cifra de 2022 cuando los suicidios en prisión fueron 85″.

“Si en una ciudad de 60.000 habitantes 44 personas se suicidaran en pocos meses, no hablaríamos de otra cosa – añade la asociación – Por este motivo, el Gobierno y el Parlamento deben abordarlo como una prioridad, incluso frente a una situación de hacinamiento cada vez más grave, con más de 14.000 personas detenidas sin plaza reglamentada, condiciones de vida cada vez más difíciles para los reclusos y un trabajo muy agotador para los operadores penitenciarios”.

Según Antigone “necesitamos intervenir con medidas que conduzcan a una reducción de la carga sobre las cárceles mediante la concesión de medidas alternativas; es necesario liberalizar las llamadas telefónicas equipando celdas con teléfonos donde (y esto ocurre en la mayoría de los casos) no haya problemas de seguridad en los contactos con el exterior; necesitas contratar personal; es necesario reducir el peso del aislamiento; necesitamos modernizar las penas de prisión; la vida en prisión debe estar llena de iniciativas, sin obstáculos ni burocracias; Nunca debe haber violencia”.

Por último, la asociación invita al gobierno a retirar el proyecto de ley de seguridad “que va por un camino opuesto al necesario”. “

Sobre todo – concluye – la introducción del delito de revuelta penitenciaria, que también castiga la resistencia pasiva y la protesta no violenta con penas de hasta 8 años, dejará a los presos con su propio cuerpo como única herramienta para sacar a relucir las dificultades. y problemas, con un previsible aumento de los actos de autolesión y suicidio”.

PREV Cadedlbosco, ARCES y CLM, encuentro sobre legalidad y diálogo
NEXT BMW R 1250 GS a un precio nunca visto: la oferta es imperdible