Cagliari-Lecce Fue un partido especial. Se jugó poco, se discutió mucho y en muchas ocasiones los jugadores locales requirieron la intervención del cuerpo médico o pararon el partido por problemas físicos, que pronto resultaron ser de poca importancia.
¿Pero cuánto se jugó realmente?
El partido duró exactamente 100 minutos y 3 segundos. En la primera parte el director del partido predijo un tiempo de descuento de 3 minutos, mientras que en la segunda parte se informó de una prórroga de 6 minutos, aunque probablemente se perdió mucho más por polémicas y lesiones temporales.
De hecho, en total sólo se jugaron 43,36 minutos, que es el tiempo real de juego del partido entre Cagliari y Lecce, uno de los más bajos de todo el campeonato. El año pasado la media rondaba los 53 minutos por partido y este año aún no se ha anunciado cuál es el partido con menos minutos realmente jugados, pero el partido de ayer podría fácilmente batir el récord y ser el peor en este aspecto.
Primera y segunda parte: no hay mucha diferencia
En la primera mitad del partido, la causa de sólo 21 minutos y 11 segundos de tiempo efectivo fueron las intervenciones del VAR: primero para anular el gol de Deiola, por una mano del centrocampista sardo, y luego para expulsar a Gaetano, culpable de haber cometido una falta grave contra Ramadani. En la segunda parte, sin embargo, la mayor parte del tiempo sin juego lo pasaron con los jugadores del Cagliari en el suelo, sufriendo calambres o dolores repentinos que obligaron al árbitro a solicitar la intervención del cuerpo médico. El tiempo real de juego de la segunda parte es de 22 minutos y 25 segundos.
Maxi recuperación, ¿dónde terminaste?
Inmediatamente después del Mundial de Qatar, la línea de la AIA fue clara: no perder tiempo y máxima recuperación en partidos donde el tiempo real en los 90 minutos fue bajo en comparación con el promedio. Ahora, sin embargo, parece que ha vuelto a cambiar y, de hecho, no vemos recuperaciones largas: 6 y 7 minutos representan ahora una rareza absoluta.
Ayer, de hecho, la prórroga de la segunda parte debería haber sido mayor y el Lecce probablemente habría creado otras oportunidades de gol para ganar el partido. Pero no, 6 minutos y mucha pérdida de tiempo, en un fútbol que sólo solucionará sus problemas cuando se introduzca el tiempo efectivo como en el baloncesto.
