Ya ha sido llamado el mayor concierto de la historia. Alrededor de un millón seiscientas mil personas invadieron ayer la playa brasileña de Copacabana para asistir al concierto gratuito de Madonna, etapa final de la gira mundial “Celebration”. La multitud en la arena y a lo largo del bulevar frente al mar que rodea la famosa playa de Río de Janeiro se extendía por varias cuadras. Muchos incluso llegaron días antes del inicio del concierto para conseguir un asiento lo más cerca posible del megaescenario de más de 800 metros cuadrados. Otros disfrutaron del espectáculo desde el mar, a bordo de decenas de embarcaciones fondeadas; otros más desde los balcones de los edificios que miran al mar. Los bomberos rociaron agua antes del concierto, cuando las temperaturas superaron los 30 grados, para refrescar a los fans cerca del escenario de la reina del pop, y se repartieron botellas de agua de forma gratuita. Durante el espectáculo nocturno la temperatura bajó a unos 27 grados. Madonna, de 65 años, interpretó sus grandes éxitos como “Like a Prayer”, “Vogue” y “Express Yourself” durante más de dos horas a partir de las 22.45 horas (las 3.45 horas del domingo en Italia) para concluir la gira que comenzó a finales del año pasado. .
Mauro Denigris
