«Pero los costes de funcionamiento de los bares son elevados»

L’AQUILA – El café en el bar de L’Aquila no ha aumentado respecto a hace dos años, cuando de 1 euro en casi todas partes pasó a 1 euro y 10 céntimos o 1 euro y 20, siendo este último precio el que se practica en casi todos los bares de L’Aquila. Algunos todavía tienen café a un euro, por lo que la media es de 1,10 euros.

Luca Ciuffetelli es el propietario del histórico bar Corso, situado en pleno centro. “Tenemos café – dice – a 1,20 euros. Intentamos mantener este precio porque nos damos cuenta de que los salarios de los clientes no aumentan, pero también aumentan sus gastos. Por tanto, nos ponemos en el lugar del usuario final.
Si hubiéramos ajustado el café a los precios correctos habríamos perdido clientes. Nuestro precio está fuera del mercado. Con el café pagamos a los empleados, las facturas, el alquiler de quienes lo tienen”.

Luca Falasca es el dueño del Bar Shelter, en las afueras. “1 euro con 10 es el precio – explica – un aumento que se remonta a hace dos años cuando, también debido al conflicto ruso-ucraniano, aumentaron los precios de las materias primas, de los billetes y de todo. Pero, ¿cómo podemos aumentar los costes para nosotros y también para el bolsillo de los clientes y para no privar a los usuarios de este placer que hemos elegido para mantener este precio?”.

Ortensio Di Luzio de Dolcevita tiene café por 1,20 euros.
“El aumento no es para hoy – afirma – y no hemos hecho ningún otro ajuste. Creo que todos sabemos que tener un negocio tiene altos costos en cuanto a su funcionamiento. Antes vendíamos el café a 1,10 euros, por lo que el incremento fue realmente mínimo. Mantenemos precios así para no acosar a los clientes que al final tienen los mismos problemas que nosotros. Las facturas por las actividades son realmente altas, pero tratamos de seguir así”.

Piergiorgio La Chioma tiene el histórico Ariston, en la calle principal. “Para mí, el café cuesta 1,20 euros – afirma – el aumento no es actual sino que fue generado por la crisis que se produjo. Decidí mantener este precio y no aumentar el coste del café en la barra, lo cual es un placer para el cliente aunque nosotros mismos tengamos mil dificultades. Los costes de gestión son considerables pero no los repercutimos al cliente. Tuvimos que aumentar el precio porque era realmente imposible mantenerlo en 1 euro. Basta pensar que gasto un 20% más para comprar café por kilo”.

En la misma línea se expresó Aldo Piccinini, propietario junto a su familia de Nerocaffè, un negocio ubicado en la calle principal de la ciudad. “El precio del café es de 1 euro con 20 céntimos – afirma – en mi casa. El precio lleva años subiendo pero se ha mantenido así sin más aumentos. Esto es siempre con vistas a encontrar al cliente, pero debo admitir que no sé cuánto tiempo podremos aguantar de esta manera. Los gastos y costes de las materias primas son enormes para nosotros”.

“Los aumentos – destaca Daniele Stratta de Confcommercio – se han producido desde hace un par de años hasta este año. Algunos bares sólo ahora han bajado el precio a 1 euro y 20 céntimos. También hay varios bares que todavía tienen el café en 1 euro. Tengo ganas de decir que no deberíamos aumentar más. Es cierto que los costes de gestión son insostenibles, pero no deberíamos excedernos, lo que en mi opinión está bien, salvo que se produzcan más trastornos geopolíticos. Escucho a muchos colegas que están realmente agotados. Sin embargo, L’Aquila confirma que sus precios son más bajos que en otras ciudades”.
Daniela Rosone

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