En los Dolomitas hay quienes cultivan y producen azafrán, el ”oro rojo” centinela del cambio climático

En los Dolomitas hay quienes cultivan y producen azafrán, el ”oro rojo” centinela del cambio climático
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BELLUNO. Ellos llaman “oro rojo” de los Dolomitasél azafránuna fina especia originaria de Asia Menor y bastante inusual, al menos en apariencia, para un territorio de montaña como el de Belluno (aunque favorable para la altitud y el rango de temperatura).

Un proyecto de cultivo de “gran altitud” comenzó”entre 2016 y 2017 de las necesidades de algunos pequeños productores agrícolas de la zona de Feltrino amplía la variedad de tus cultivos“, explica Lidia Maoret, presidenta del Grupo Zafferano Dolomiti.

De Asiago, los primeros bulbos – continúa – por consejo deagrónomo Massimiliano Gnesotto que también se ocupa de formación de agricultores (actualmente estoy 50 en toda la provincia)”.

A experimento agrícola ambicioso pero sobre todo no invasivo que sin embargo se ve obligada a sufrir las variaciones climáticas. “2023 fue un año especialmente importante para nosotros porque nos hizo comprender cómo los cambios climáticos afectan el cultivo”, dice Maoret.

Por lo general, “el período de floración corresponde a primeros días de octubre – explica de nuevo – pero el cultivo (dadas las altas temperaturas) empezó tarde y tuvimos un retraso de 15 días”.

Una cosecha, respecto al año pasado, puesta a prueba por el calor. “El azafrán tiene un ciclo de vida que no se puede forzar” – recuerda Maoret – y precisamente por eso, al tener que adaptarse a las temperaturas, se vuelve “centinela del cambio climático”.

También es importante consistencia del suelo: “además de unrecuperación adecuada, es necesario que esto esté bien drenado”, añade. “Los bulbos, plantados en la segunda quincena de agosto hasta mediados de septiembre”, no deben estar sujetos a estancamiento hídrico.

El cultivo del azafrán “es un trabajo de paciencia, hecho totalmente a mano –recordemos- una forma de hacer agricultura que no le quita nada a la tierra ya que no la explota intensivamente, evitando el uso de pesticidas”.

Por tanto, la rendición es preciosa: “369 gramosEl cosecha general de 2023– añade, aclarando que estos datos se refieren “al producto envasado, sin tener en cuenta ningún uso privado del azafrán por parte de los agricultores”.

En comparación con 2022cuando fueron registrados 387 gramos, allá producción era ligeramente inferior; una señal clara para los productores de la zona de Belluno del impacto del cambio climático en la cantidad de la cosecha final.

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