El día que todo cambió – Laura Pezzino

El día que todo cambió (Piemme “Il battello a vapore”, 2024) de Laura Pezzino, periodista profesional que debuta en la literatura infantil, cuenta la historia de una joven actual, que se relaciona con la de un equipo de relevos de la Resistencia.

Hojas de luz directamente a tus ojos. Todavía medio dormida, Cora disfrutó del calor de los rayos que se filtraban a través de las contraventanas, que alguna vez fueron de un hermoso color verde esmeralda.

Cora, de once años, y su madre Tilda, habían llegado la noche anterior, procedentes de la ciudad, a Brisca, un pequeño pueblo de los Apeninos tosco-romanos, donde vivía su abuela materna, Irma Calisi, recientemente ingresada en una residencia de ancianos. porque no es autónomo y padece Parkinson. Había algunos asuntos importantes que Tilda tenía que atender. A la pequeña inmediatamente le gustó su habitación, que recibía el sol desde primera hora de la mañana. Le había rebautizado Sala Verde, donde había una cama, un escritorio, una silla de paja, una cómoda de madera oscura y una antigua palangana para el agua. Cora, amante de la lectura, era exactamente como había imaginado la habitación en la que escribiría su primera novela. Debajo del apartamento se encontraba el bar de su abuela, al que sólo había visto una vez, cuando era niña. Recordó a una señora con el rostro lleno de arrugas, el pelo blanco muy largo y unos pantalones gruesos remangados por debajo. Habría sido un verano inolvidable para la pequeña, quien habría conocido hechos ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial, donde su abuela había jugado un papel crucial pero peligroso.

Irma, como muchas otras niñas y adultos, pertenecientes a todas las clases sociales, había sentido el deber de hacer algo, de no quedarse mirando sino participar en la Resistencia. El relevo acompañó a las brigadas por calles seguras en busca de información sobre los movimientos del enemigo nazifascista. A pie o en bicicleta, las valientes mujeres asumieron la responsabilidad de garantizar las conexiones entre las distintas formaciones, permitiendo la transmisión de órdenes, directivas, noticias y la distribución de alimentos, medicinas, armas y municiones. Desgraciadamente, algunos de ellos pagaron con la vida su compromiso durante la guerra de liberación. Sin los relevos, la guerra partisana habría sido imposible.

Finalmente, permítanme agregar algunas palabras sobre los lugares en los que se desarrolla esta historia. Brisca, oficialmente, no existe pero para crearla me inspiré en un encantador pueblo situado en los Apeninos entre Romaña y Toscana llamado Brisighella. Mis padres me llevaron allí cuando era pequeña y regresé específicamente para investigar para este libro. A unos veinte kilómetros de Brisighella, en octubre de 1944, se produjo realmente una batalla, conocida como la Batalla de Purocielo, durante la cual muchos partisanos murieron a manos de los nazifascistas.

Esto es lo que revela el autor en una nota final del libro.

Un volumen dedicado a las generaciones más jóvenes escrito con la loable intención de dar a conocer lo agradecidos que debemos estar con quienes lucharon, demostrando dedicación y valentía, para ofrecer democracia y libertad.

“No hay nada mejor que un día de junio para comenzar una historia”.

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