El ejército israelí está dispuesto a entrar en Rafah “muy pronto”. La ciudad fronteriza con Egipto es el último bastión de Hamás en la Franja de Gaza. Los preparativos están casi completos. La operación se pondrá en marcha tan pronto como Tsahal reciba la aprobación del gobierno. Los palestinos tendrán que evacuar a tiendas de campaña instaladas por organizaciones humanitarias internacionales. Según el plan, la operación se desarrollará en fases. En cada una de ellas, las FDI informarán a la población local antes de avanzar hacia cada zona para que los civiles puedan salir. “No podremos completar la misión sin entrar en Rafah, lo que también podría ayudar a aliviar la presión sobre la cuestión de los rehenes”, dijo un funcionario israelí.
Pero el asalto a una zona urbana donde se hacinan un millón y medio de desplazados también entraña riesgos políticos y diplomáticos. El jefe de Estado Mayor del Estado judío, Herzi Halevi, y el jefe del Shin Bet, Ronen Bar, fueron a El Cairo para discutir la inminente operación con el número uno de la inteligencia egipcia, Abbas Kamel, y el jefe de Estado Mayor, Osama Askar. La estrecha coordinación con Egipto es una de las condiciones fundamentales para el inicio de una acción militar, especialmente a la luz de la intención de Israel de tomar el control del “Eje Filadelfia”, un corredor a lo largo de la frontera entre la Franja y Egipto. A los egipcios les preocupa que la operación pueda provocar una afluencia de decenas de miles de palestinos a su territorio y poner en peligro su seguridad. Altos funcionarios en El Cairo han dejado claro que tal escenario llevaría a una ruptura de las relaciones con el Estado judío y podría poner en peligro el acuerdo de paz entre los dos países.
Hamás, para presionar en este ambiente ya incandescente, publicó un vídeo del rehén israelí-estadounidense Hersh Goldberg-Polin secuestrado durante el ataque al “festival de las Supernovas” el 7 de octubre, con un brazo amputado. En el vídeo, cuya fecha se desconoce, el joven de 23 años denuncia la negligencia del gobierno de Benjamin Netanyahu hacia los rehenes: “Deberíais estar avergonzados porque nos habéis abandonado”. Sin embargo, un alto funcionario de Hamás entrevistado por el periódico londinense Al-Arabi Al-Jadid, propiedad de una empresa qatarí, reveló que la organización ofreció liberar a 40 secuestrados israelíes en la primera fase del acuerdo y no a 20 como había informado. Israel. El Primer Ministro Netanyahu también denunció ayer la situación en las universidades estadounidenses donde, según él, el antisemitismo recuerda al de la Alemania de los años 30.
El otro gran partidario de Hamás, Irán, también expresó su opinión. Para el líder supremo Ali Jamenei, “las sanciones de los países occidentales tienen como objetivo presionar a Teherán para que el país siga sus políticas coloniales y arrogantes”. Irán y Pakistán han pedido a la ONU que tome medidas contra Israel por sus “atrocidades contra el pueblo palestino”. A este respecto, la UE también pidió “una investigación independiente sobre las fosas comunes” descubiertas en la ciudad de Gaza y en Khan Yunis. A esta preocupación se suma la de la FAO.
La organización ha denunciado que Gaza vive la crisis alimentaria más grave de la historia.
