Hoy celebramos a San Giorgio mártir, patrón de Reggio Calabria. Pero ¿cuáles son las curiosidades relacionadas con el santo, el caballero medieval que, al galope de su corcel, derrotó al dragón, convirtiéndose en un símbolo de la fe de Reggio?
Su culto se va perdiendo con el paso de los siglos y más allá de la figura romantizada, tal como la conocemos hoy, en realidad San Jorge era un soldado de infantería y precisamente uno de los guardias imperiales de Diocleciano. Lo demuestra también el reciente descubrimiento de un icono de esteatita de San Jorge en el municipio de Calanna.
Nos guía en este viaje para conocer más de cerca al mártir el experto Daniele Castrizio, profesor titular de numismática, departamento de civilizaciones antiguas y modernas de la Universidad de Messina, miembro del comité científico del CIS de Calabria.
“Se trata de un icono muy antiguo – explica el estudioso – de la época bizantina que probablemente estaba colocado en un altar en el que también se encontraban las reliquias del santo, un culto que se remonta a un período anterior al siglo XI” . Y hablando de las reliquias del Santo, Reggio Calabria ya no las posee desde 1500, pues fueron robadas, sólo existen las de Martone.
Pero ¿quién es ese soldado de infantería representado en el icono venerado por la antigüedad?
“Un mártir que se negó a ser sacrificado a los dioses porque los consideraba demonios y fue decapitado.”
Por lo tanto es en la Zona del Estrecho donde el Santo pasó de ser soldado de infantería a convertirse en caballero.
“Precisamente tras la derrota de Benavert la figura de este mártir se idealizó y adquirió las características que posee hoy”.
La imagen del santo se refiere directamente a Roger I, como precisa el estudioso, quien venció la misma batalla y a partir de ese momento, San Giorgio en todas sus representaciones posteriores a la batalla de 1186 asumió las mismas características del célebre líder.
En resumen, San Jorge era un soldado de infantería sin corcel y luego, con la victoria de Roger, se declaró un milagro y, por lo tanto, gracias a la Leyenda Dorada ficcionalizada por Jacopo da Varagine, la fascinante e imaginativa leyenda que rodea su historia cobró vida.
Quizás no todo el mundo sepa también que su culto difundido por el mundo está vinculado al ejército imperial bizantino y que cada año en Lydda durante este período la tumba del Santo, aunque desprovista de cuerpo, porque siempre es robado, exuda Mirón, ese es el aceite crismático.
