rescate en el último momento para Dante

Las dos últimas campañas del aceite de oliva, con un fuerte aumento de los precios mayoristas del aceite de oliva virgen extra, están poniendo a prueba la solidez financiera de las empresas oleícolas.

El aumento de los costes de suministro, con un fuerte aumento de las tasas de financiación, ha creado una situación difícil de gestionar para las empresas embotelladoras que no cuentan con una excelente solvencia crediticia y una solidez económica demostrable.

No fue el caso de Olio Dante, que ya había sido objeto de dos operaciones de “rescate”, es decir, de reestructuración de la deuda., la primera en 2014 por parte del Estado italiano con el fondo ISA, que había suscrito una ampliación de capital adquiriendo el 20% del capital social. El segundo en 2016 por parte de los fondos Oxy Capital y Attestor Capital que, al suscribir una reestructuración de deuda por un total de 60 millones de euros, también adquirieron el control de la empresa.

Sin embargo, al cabo de unos años, Olio Dante volvió a encontrarse en dificultades económicas.

En 2023, se firmó un nuevo acuerdo de reestructuración de conformidad con el artículo 57 del nuevo código de crisis empresarial, esta vez tras la implicación del banco Illimity de Corrado Passera, para permitir la continuidad del negocio.

Se desinvirtió el 70% de las cuentas por cobrar comerciales y el banco actuó sobre las cuentas por cobrar sin recurso.

Sin embargo, lo que queda es el hecho de que una empresa no logra alcanzar los objetivos que se había propuesto sino que pierde facturación y cuota de mercado.

En 2014, los ingresos declarados ascendieron a 94 millones de euros, con la promesa de llegar a 177 en 2018, pero bajaron a 67 millones en 2019 y luego se mantuvieron estables en torno a este umbral, a pesar de las subidas de los precios del petróleo, con pérdidas de 5 millones. euros en 2020. Mientras tanto, la empresa había pasado por un importante tratamiento de pérdida de peso con empleados reducidos de 150 unidades a 60.

Tags:

PREV un día para celebrar y tomar medidas para un futuro mejor
NEXT Primero de Mayo: día de lucha, no de celebración