El p. Salim Daccache, rector de la USJ, expresó su solidaridad con las familias afectadas y alentó su resiliencia. Lo hizo denunciando el olvido y pidiendo recordar a los que murieron. El p. Daccache dijo: “Ese día, la sangre de mártires de diferentes edades, grupos y familias se mezcló, uniendo a los libaneses y ofreciendo una sola sangre en el altar de la patria. Sólo un tonto puede negarse a admitir el mal cometido contra los mártires inocentes que han fallecido, así como contra los mártires que viven en su dolor y desastre”.
Catherine Nasr el-Khoury, la primera artista contactada por Christian Taoutel, compartió el proceso creativo que llevó a la creación de este vitral, subrayando el simbolismo de las piezas restauradas y su mensaje de esperanza y recuerdo a través del vuelo de las flores, un elemento central de la composición. “Fue el momento”, dijo, “en que sentimos que nuestro corazón, una parte de nosotros, explotaba en pedazos. Tomó mucho tiempo, mucho coraje y toda nuestra fe en Dios para recoger estos pedazos, para hacer una nueva creación que llenara este gran vacío dentro de nosotros”.
Finalmente, un representante de los familiares de las víctimas afirmó que este vitral no sólo representa los corazones rotos de aquellos cuyas vidas fueron truncadas, sino también la determinación de los padres de continuar la lucha por la justicia, requerida por una crisis social y política. ambiente que suma el crimen del silencio al perpetrado por la explosión.
