Salvini hace un mes: “El equipo que gana no se puede cambiar, el candidato a la alcaldía es Tedesco”. Precisamente…

Salvini hace un mes: “El equipo que gana no se puede cambiar, el candidato a la alcaldía es Tedesco”. Precisamente…
Descriptive text here

Lo que finalmente será recordado como el acuerdo “carbonara”, es decir, el pacto romano entre Durigon, miembro de la Liga Norte, y Silvestroni, de Melonia, se mantuvo, pero quedó muerto y herido sobre la mesa. Y sobre todo una derecha, la formada por los Hermanos de Italia y la Liga literalmente en pedazos. Es difícil decir quién, entre los distintos ingredientes, hizo aparecer el huevo, quién el tocino y quién, finalmente, el pecorino. Oh Dios, puede que tengamos algunas ideas, pero nos las guardamos para nosotros, dado el período de gran susceptibilidad que estamos viviendo. En cualquier caso, el líder de la Liga, Matteo Salvini, sale mal, muy mal. Hace un mes, el 14 de marzo de 2024, en Roma declaró pública y textualmente que el alcalde Tedesco sería el candidato a alcalde porque “no se puede cambiar un equipo que gana”.

Ahora hay dos casos: o Salvini se dio cuenta en las últimas horas de que llevaba meses leyendo las clasificaciones al revés o, para decirlo a la manera milanesa, parece un idiota. El candidato a alcalde de la derecha, el editor y jefe del gabinete de prensa de la Autoridad Portuaria, Massimiliano Grasso, sale mal parado. En las últimas horas, muchos, ante el “no” a su nombre procedente de los Hermanos de Italia, es decir del partido al que pertenece, vaticinaron sus consiguientes e inevitables pasos hacia atrás, o hacia un lado, como se dice ahora. porque no habría podido soportar tal indignidad. En cambio, poniéndose las manos en el cilicio, Grasso se flageló frente a sus oponentes internos, disculpándose por lo que dijo e hizo en el pasado más o menos reciente. Y la respuesta de quienes se le oponían, al estilo Civitavecchia, fue más o menos ésta: “esto es lo que el candidato a alcalde quiere volver a hacer y está dispuesto a todo. Y el famajo lo hace, mucho…”. El alcalde saliente, Ernesto Tedesco, sale mal parado, habiendo creído en su reconfirmación y que en los últimos días ha podido comprobar de primera mano la coherencia de quienes habían jurado apoyarlo hasta el final. En general, la Liga sale mal parada, aunque sólo sea por la figura nada edificante de su líder máximo, que ahora corre el riesgo de una drástica reducción electoral también en Civitavecchia. El único punto a favor del carroccio y lo único seguro que sale del humeante plato de carbonara es que el próximo inquilino del Molo Vespucci tendrá la camiseta verde. Porque los acuerdos, sea cual sea el resultado de la votación, se respetan.

Tags:

PREV El Torino quiere a Palladino: pero el técnico de Monza se toma su tiempo
NEXT El veneno de Salvini sobre Draghi: de los intentos de subir a la colina a los “deslices” en la elección de ministros – Avances del libro