Identidad de género, encuentro en Troina con psicoterapeutas

“Cuestiones de identidad y disforia de género” es el tema de la conversación que animará a Adele
Allegra (psicoterapeuta), Laura L’Episcopo (psicóloga) y Silvestro Lo Cascio (psicoterapeuta) el domingo a las
17.30 horas en el pub irlandés Terzo Tempo, en Troina. El evento está organizado por la asociación cultural Antonio Gramsci. Son temas de los que rara vez se habla porque son muy delicados.

Problemas

Pero los problemas relacionados con la identidad de género están mucho más extendidos de lo que podría sugerir el hecho de que se hable poco sobre ellos. Fumettibrutti, caricaturista y activista de origen troino, habla de ellos con gran franqueza, y con admirable valentía cuenta su experiencia de adolescente que descubre su identidad de género y lo que pasó para obtener el reconocimiento de ella. Además de los dos géneros masculino y femenino, la comisión australiana de derechos humanos ha clasificado otros 21: homosexual, bisexual, transgénero, trans, transexual, intersexual, andrógino, sin género, travesti, drag king, drag queen, género fluido, género queer. , intergénero, neutrois, pansexual, pangénero, tercer género, tercer sexo, hermana y hermano.

El fenómeno

La identidad de género, que puede ser diferente al sexo biológico, se define por cómo una persona se siente, por el sentimiento profundo de feminidad o masculinidad que tiene. Hablamos de disforia de género cuando una persona siente la diferencia entre su sexo biológico y su identidad de género. En contextos tradicionales poco favorables a la aceptación de la diversidad, esta condición genera un fuerte malestar en quien la vive, con consecuencias desagradables en el ámbito social y laboral: discriminación, aislamiento y rechazo. Si la persona que se encuentra en esta condición es aún joven y vive en la familia, el malestar también lo viven con preocupación los padres porque consideran esta diferencia de sexo y género biológico como una enfermedad mental a tratar.

“No es una enfermedad”

Asociaciones internacionales que promueven la salud mental, como la Organización Mundial de la Salud, las asociaciones de psicólogos y psiquiatras estadounidenses, han declarado que la homosexualidad no es una enfermedad, sino una variante psicológica de la sexualidad humana.

Silvano Privitera

(foto tomada de guidapsicologi.it)

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