El programa Starliner de Boeing finalmente se siente cerca de llevar personas al espacio por primera vez. Boeing, que ahora está programado para llevar astronautas a la ISS en mayo, alguna vez fue visto codo a codo con SpaceX. Inicialmente estaba previsto lanzar esta prueba de vuelo con tripulación en noviembre de 2018.
Casi dos años después, el vuelo de prueba precursor de Starliner había salido mal, pero los mensajes de la NASA y Boeing se centraron en “¡lo arreglaremos y volaremos pronto!”.
Bueno, tomó más de dos años realizar un nuevo vuelo de prueba. Un año después traté de contextualizar las expectativas y me pregunté dónde estaba el sentido de urgencia. Y un año más nos trae a hoy.
En vísperas del vuelo de la tripulación, los mensajes de Boeing ahora están más cerca de “La NASA nos quiere como respaldo y no nos comprometemos más allá de eso”. Estoy parafraseando, pero ese fue el principal tema de conversación la semana pasada cuando el liderazgo de la agencia explicó por qué Starliner sigue siendo útil.
Esto es comprensible, teniendo en cuenta la cantidad de dinero que Boeing ya ha consumido (y probablemente seguirá consumiendo, ya que “permanece el riesgo de que registremos pérdidas adicionales en periodos futuros”). Pero también es desafortunado, ya que parece poco probable que Starliner vuele más de las seis misiones de la NASA para las que Boeing tiene contrato. Las misiones que no son de la NASA también parecen una ocurrencia tardía, a diferencia de los múltiples vuelos privados completados por Dragon de SpaceX en sólo los primeros años desde que comenzó a transportar personas.
Lo más desafortunado de esta situación es que ninguno de estos años de contratiempos y sobrecostes parece haber encendido un fuego en la gestión espacial de Boeing. En la reciente conferencia de prensa, el vicepresidente de Starliner de Boeing, Mark Nappi, dijo lo siguiente sobre haber visto a SpaceX volar astronautas durante los últimos cuatro años:
“No lo llamo frustrante en absoluto. Creo que nos hubiera gustado haber avanzado más en este momento, de eso no hay duda”, dijo Nappi.
Los vuelos espaciales tripulados son un mercado pequeño dentro de la industria espacial en general, pero enormemente importante cuando se trata del futuro de las empresas que construyen estaciones espaciales y bases lunares y más. Esperemos que otra empresa como Sierra Space o Blue Origin le lleve la competición de vehículos tripulados a SpaceX.
Boeing, que no está frustrada por haber quedado atrás durante años, ciertamente no lo hará.
