Hipotecas, ¿cuándo volverá a ser conveniente el tipo variable? Se necesita al menos un año: cómo elegir

Dos años si el préstamo es a treinta años, uno si el préstamo es a 20 años. Este es el tiempo que tendrán que esperar quienes hoy contraten una hipoteca variable para pagar una cuota menor que si optaran por una hipoteca a tipo fijo.
El cálculo se basa en las previsiones de tendencia del Euribor a tres meses de aquí a 2030. Un ejercicio no exento de riesgos, como lo demuestra el hecho de que sólo a principios de año se planteaba la hipótesis de una caída mucho más rápida del Euribor, pero ahora Se piensa en una actitud más cautelosa por parte de los bancos centrales, sobre todo porque las estimaciones de inflación en la eurozona se han revisado al alza. Para la comparación entre fijos y variables hemos asumido hipotecas con un diferencial similar (aunque la verdad es que hoy en día los bancos suelen cobrar menos margen a los tipos fijos) y por tanto, dependiendo de la duración, del 1% al 1,2%.
Aquí, las tablas y cálculos a hacer para entender qué tipo de hipoteca es mejor.

La carrera de parámetros: cómo controlar el eurir y el euríbor

El tipo fijo está anclado al eurir de duración igual a la de la hipoteca, el variable al euríbor trimestral. Como se desprende de las tablas, el préstamo a tipo fijo a veinte años supone el pago de una cuota de 834 euros frente a los 909 del variable. Dentro de un año, el indexado básicamente equilibrará la cuenta bajando a 829 euros y dentro de tres años (no hemos ido más allá) te permitirá ahorrar algo más de 50 euros respecto al fijo. En el préstamo a 25 años, el déficit inicial de 86 euros (724 para el fijo frente a 810) se cubrirá casi por completo en un año cuando el indexado bajará a 730. En tres años la ventaja respecto al fijo aumentará a 45 euros, gracias a la reducción de la cuota a 679 euros. Finalmente, a los treinta años la ventaja inicial de la renta fija es de 100 euros (652 frente a 752). En dos años la bajada del Euribor llevará la cuota a 627 euros y en 2027 volverá a reducirse a 618 euros, 34 menos que el tipo fijo.

La opción hipotecaria que cambia sobre la marcha

Sin embargo, una vez reiterado que estamos en el terreno de las hipótesis basadas en números, parece bastante claro que en esta fase la elección de la variable, aunque probablemente no presente grandes riesgos de aumento de las cuotas, ofrece oportunidades de ahorro poco atractivas. Una opción a valorar es contratar una hipoteca que permita, en condiciones claras, realizar el cambio entre fija y variable (o viceversa)U. En este caso se puede empezar con un tipo fijo y luego evaluar la evolución del Euribor en el tiempo. Sin embargo, quienes tienen una hipoteca a tipo variable en curso no tienen mucha comodidad para subrogarse en esta fase. La operación debería haberse realizado hace dos años y ahora corre el riesgo de ser contraproducente.

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