Lotus Emira, el encanto del deportivo inglés con la potencia del 4 cilindros AMG

HETHEL – Han pasado unos tres años desde el debut del Lotus Emira. Un modelo que, ya en su presentación, llamó la atención por haber sustituido, de un plumazo, a Elise, Exige y Evora. No sólo eso, según la empresa inglesa fundada por el legendario Colin Chapman, el Emira será el último Lotus propulsado por un motor de combustión interna. Independientemente de si el futuro de Lotus será sólo eléctrico o si primero optará por una transición híbrida, solo nos queda saborear plenamente el momento.

Para ello nos dirigimos directamente a Norfolk., donde se ubica la legendaria fábrica de Lotus, para probar el Emira I4 Turbocharged DCT. Unas siglas que indican que el deportivo inglés ahora también está disponible con una nueva propulsión. De hecho, al V6 de 3.5 litros derivado de Toyota, Lotus ha decidido añadir la versión propulsada por el 2.0 litros turbo de 4 cilindros con 365 CV y ​​430 Nm de par combinado con el cambio DCT de doble embrague y 8 velocidades. Caja de cambios, ambas de origen Mercedes-AMG (la misma que monta el Mercedes A45 AMG) que garantiza una velocidad máxima de 275 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 4,4 segundos.

Externamente la Emira sigue siendo el mismo de siempre. Con 4,41 metros de largo, 1,89 metros de ancho y 1,23 metros de alto, el deportivo inglés ya tiene un fuerte carácter a primera vista. Sus formas, formadas por superficies cóncavas y convexas, le confieren el dinamismo adecuado. No se deja ningún aspecto al azar porque, además de ser agradable a la vista, el Lotus debe garantizar la eficiencia aerodinámica de un auténtico deportivo. Esto explica el frontal bajo con el splitter, el capó con esa forma particular pero, sobre todo, los laterales musculosos dotados de una generosa hendidura para conducir el aire hacia el motor. No menos espectacular resulta el eje trasero con los dos escapes colocados sobre el difusor.

Como cada loto Respetándose a sí mismo, el verdadero protagonista es el marco. Realizado en aluminio extruido, el cuerpo se compone de tres elementos. Los dos marcos delantero y trasero están conectados a la celda central, la del habitáculo, por así decirlo. Este último, para la versión propulsada por 4 cilindros, utiliza un subchasis de aluminio que, además de reducir el peso, situando el Emira en 1.446 kg (12 kg menos que el equipado con 6 cilindros), permite una mayor rigidez en toda la ventaja. del placer de conducir.

Un auto que todavía tiene. un marcado enfoque analógico dadas las suspensiones triangulares superpuestas, tanto delanteras como traseras, así como el uso de amortiguadores y barras estabilizadoras Eibach-Bilstein. Además, durante la fase de compra, es posible elegir entre dos configuraciones en función de tus necesidades. La configuración Tour, equipada con neumáticos Goodyear Eagle F1, es la más blanda e ideal para quienes quieren utilizarla de forma más “tranquila”. Mientras que la configuración Sport equipa una calibración más rígida de los amortiguadores, además de montar la Michelin Pilot Sport Cup2. Esta última versión será la protagonista en nuestra prueba tanto en carretera como en pista.

Entrando a la cabina Se percibe inmediatamente el enfoque deportivo del Emira. La atención al detalle y el minimalismo, rasgos distintivos de Lotus, se pueden admirar a través del salpicadero, equipado con una pantalla central de 10,25″ para controlar el infoentretenimiento del vehículo y algunos botones físicos para gestionar la dinámica de conducción, incluido el manettino para manejar los tres asientos. modos Tour, Sport y Track. Desde el volante, dotado de mandos en los radios, es posible observar el cuadro de instrumentos de 12,3″ de fácil acceso y dotado de toda la información. Destacan los asientos deportivos, envolventes y bien acolchados, que permiten una posición de conducción baja y cómoda. Además, detrás de los respaldos es posible guardar equipaje pequeño adicional además del maletero delantero y trasero.

Al arrancar el AMG de 4 cilindros resuena, creando inmediatamente la participación adecuada. Desde los primeros kilómetros, recorridos en modo Tour para familiarizarse con las carreteras inglesas de Norfolk, se pueden apreciar las cualidades dinámicas del Emira. Pero es al pasar al deporte cuando se empieza a apreciar plenamente el Emira. El 4 cilindros empieza a hacerse sentir entre las 3.000 y las 5.000 rpm, donde se siente perfectamente el empuje y el silbido del turbo. El placer de conducir se ve amplificado por la excelente caja de cambios DCT, que se puede utilizar tanto en modo automático como accionando las levas detrás del volante.

El papel del protagonista. Esto se hace mediante dirección asistida hidráulicamente. Además de ser preciso y afilado como un bisturí, hace que el camino se sienta sin filtrar, hasta el punto de que siempre hay que sujetarlo firmemente con ambas manos. Los frenos también son excelentes con un pedal que, gracias a su corto recorrido, ofrece la respuesta de un auténtico coche de carreras pero, si es necesario, también puede ser muy fácil de modular, además de no cansar al conductor ni siquiera en uso urbano.

No sólo en las carreteras rurales. En esta ocasión tenemos el privilegio de poder probar el Emira en el mismo circuito donde fue desarrollado. De hecho, Lotus ha abierto las puertas de su pista de pruebas que se encuentra al lado de la fábrica. El asfalto, como manda la tradición inglesa, está mojado y traicionero pero esta vez podremos volvernos locos con total seguridad con el modo Track. La respuesta del motor se vuelve aún más instantánea, pero lo que sorprende es la velocidad con la que cambia de dirección. Una vez más, es el marco el que hace la magia. La distribución del peso, que favorece la parte trasera con aproximadamente un 60% movido hacia atrás, además del bajo centro de gravedad hacen que el Emira esté bien plantado en el suelo y responda a cada cambio de dirección.

Al final de la prueba Te bajas con una sonrisa en el rostro, pero decididamente triste por haber terminado esta verdadera experiencia de conducción. Ágil, ligero y con la justa relación peso-potencia, la filosofía deseada por el fundador Colin Chapman se ha respetado plenamente en el Emira. En Lotus, una vez más, han podido demostrar cómo se fabrica un auténtico deportivo. Un homenaje a la mecánica y al placer de conducir, así es el Emira propulsado por el 4 cilindros 2.0 turbo, ya disponible para su compra a partir de 98.500 euros.

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