El jamón cocido es un embutido italiano elaborado a partir de carne de cerdo, concretamente de la pata trasera del cerdo, que se sala, se sazona y luego se cuece. Es un elemento fundamental de la cocina italiana y es apreciado por su delicado sabor, su suave textura y su característico aroma.
Cómo consumir jamón cocido
El jamón cocido es un alimento versátil que se puede disfrutar de varias formas:
Se puede comer en lonchas, que la forma más sencilla y clásica de disfrutar el jamón cocido es cortarlo en rodajas finas y consumirlo solo, quizás acompañado de pan fresco o palitos de pan.
Generalmente es el ingrediente típico de los aperitivos italianos, a menudo servido en combinación con quesos, verduras asadas o aceitunas. Pero también se puede utilizar para enriquecer primeros platos, como pasta, risotto o tartas saladas, o como ingrediente principal de segundos platos, como vieiras con jamón cocido o rollitos de jamón cocido.
También es uno de los aderezos principales, quizás incluso el más popular para la pizza, dándole un sabor sabroso e irresistible.
Consejos para elegir y almacenar
Siempre debes elegir un jamón cocido de gran calidad, procedente de productores fiables y elaborado con carnes seleccionadas. Por tanto, es importante leer atentamente la etiqueta para verificar los ingredientes, el origen y el método de producción.
El jamón cocido se debe guardar en el frigorífico envuelto en papel pergamino o en un recipiente hermético para evitar que se seque. Y para que se mantenga siempre fresco, el jamón cocido loncheado conviene consumirlo a los pocos días para conservar su frescura y sabor.
¿Qué contiene el jamón cocido?
El jamón cocido es un alimento rico en proteínas y otros nutrientes importantes, como el hierro y el zinc. Sin embargo, también contiene una cantidad moderada de colesterol, aproximadamente 60 mg por 100 g de producto.
Para las personas con colesterol alto el consumo de jamón cocido debe ser moderado y cuidadoso.
A continuación se ofrecen algunos consejos útiles para el consumo.
Debes elegir un jamón con menor cantidad de grasas saturadas y sodio. Consulte la etiqueta nutricional y prefiera productos con un contenido de grasa inferior a 5 g por 100 g y un contenido de sodio inferior a 500 mg por 100 g.
Es preferible consumir porciones moderadas de jamón cocido, no más de 2-3 veces por semana. Generalmente se considera suficiente una ración de 50 a 70 g.
Evidentemente, el jamón cocido debe incluirse en una dieta general sana y equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, combinándolo con otros alimentos que puedan ayudar a reducir el colesterol, como verduras frescas, pan integral o frutos secos.
Además del consumo de jamón cocido, es importante mantener bajo control otros factores de riesgo de colesterol alto, como el tabaquismo, el sedentarismo y el sobrepeso.
En general, si tienes el colesterol alto es recomendable consultar a tu médico o dietista para recibir una valoración personalizada y definir un plan dietético adecuado.