Francia, victoria a la mitad o poderes excepcionales: cuatro matices de caos tras la segunda vuelta



Del desgaste de una victoria “a medias” a la tentación presidencial de los “poderes excepcionales”. Del gobierno técnico al estilo italiano al vacío institucional de un Elíseo abandonado por un Emmanuel Macron dimitido. Estos son los cuatro matices del caos en el que Francia corre el riesgo de hundirse si el próximo domingo Jordan Bardella y la Rassemblement National (RN) no alcanzan el umbral de los 289 escaños imprescindibles para gobernar con mayoría absoluta.

LA ACTITUD DE LA VICTORIA A LA MITAD

Es el escenario más querido por Emmanuel Macron. Y el más temido es Jordan Bardella, que hasta ahora se ha opuesto a aceptar el cargo de primer ministro sin mayoría absoluta. En resumen, Macron habría disuelto la Asamblea Nacional precisamente porque estaba convencido de que RN nunca habría obtenido los escaños imprescindibles para gobernar. Según los planes de Macron, una victoria “a la mitad” obligaría al Rn a desgastarse en la búsqueda de alianzas gubernamentales, distorsionando su programa y disgustando a los votantes. Un escenario agravado por la anomalía de una RN que carece de una clase dirigente comprobada y se ve obligada a gobernar apoyándose en el aparato de funcionarios estatales y burócratas heredados de administraciones pasadas. Una combinación letal capaz no sólo de derribar la credibilidad de Bardella y paralizar su eventual ejecutivo, sino también de frustrar los sueños de Marine Le Pen decidida a conquistar el Elíseo en las elecciones presidenciales de 2027.

LA ESCAPE DEL ELISEO

El estancamiento provocado por la ausencia de una mayoría y el tira y afloja entre Macron y una Rassemblement incapaz de formar un gobierno corre el riesgo de resultar pernicioso también para el inquilino del Elíseo. También porque, al no poder hacer que el Parlamento ratifique sus decisiones, Macron sería acusado de desviarse del camino de la democracia. Pero su dimisión dejaría a Francia sin poder ejecutivo. Y la ingobernabilidad determinada por el choque entre el Elíseo y la Rassemblement acabaría haciendo extremadamente incierta tanto la elección de Marine Le Pen como la de los demás candidatos a la sucesión.

UN GOBIERNO TÉCNICO ITALIANO

Desde hace días, en los pasillos del poder francés se examina la posibilidad de una solución italiana, es decir, un gobierno “técnico” dirigido por una personalidad del tipo Mario Draghi. El francés Draghi tendría la tarea de gobernar el país durante al menos un año, intervalo antes del cual Francia no puede, por ley, volver a las urnas. Por lo que ha trascendido, los macronianos se centrarían en los nombres de Christine Lagarde, que sucedió a Draghi como presidenta del Banco Central Europeo o incluso en el octogenario Jean-Claude Trichet, antecesor de ambos. Pero para mantenerse firme, un gobierno provisional todavía necesitaría una mayoría, o cifras que todos los parlamentarios macronianos y de izquierda no podrán garantizar.

LA TENTACIÓN DE LOS «PODERES EXCEPCIONALES»

La insistencia con la que el Eliseo y el gobierno de Gabriel Attal mencionan el riesgo de accidentes que podrían poner en peligro la inauguración de los Juegos Olímpicos el 26 de julio no convence a los dirigentes de Rn. El artículo 16 de la Constitución permite al Eliseo asumir “poderes excepcionales” en caso de amenaza a las instituciones y a la independencia. A la integridad territorial o, también al “regular funcionamiento de los poderes públicos”.

El único que lo utilizó fue Charles de Gaulle tras el intento de golpe de Estado de la OEA durante el conflicto de Argelia. Pero los indicios de riesgo de ingobernabilidad y de imposibilidad de garantizar el orden público durante los Juegos inquietan a una derecha convencida de que Macron está dispuesto a todo para no ceder el poder.

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