Meloni no cierra a von der Leyen, pero apunta al recuento en la Cámara El espectro de los francotiradores para aumentar las apuestas sobre las delegaciones.

Los teléfonos se apagaron. Diplomáticos y tomadores de notas fuera de la sala. Flores de calabacín rellenas en la mesa junto a los mejores puestos de trabajo. Cuando comienza la cena, para Giorgia Meloni es el momento…

¿Ya eres suscriptor? ¡Entre aquí!

  • Todos los articulos del sitio, también desde la aplicación
  • Perspectivas y boletines exclusivo
  • I podcast de nuestras firmas

– o –

Suscríbete a la suscripción pagando con Google

Suscribir

OFERTA ESPECIAL

OFERTA ESPECIAL

MENSUAL

6,99€

1€ AL MES
Durante 6 meses

ELIGE AHORA

Entonces sólo 49,99€ en lugar de 79,99 €/año

Suscríbete con Google

Los teléfonos se apagaron. Diplomáticos y tomadores de notas fuera de la sala. Flores de calabacín rellenas en la mesa junto a los mejores puestos de trabajo. Cuando comienza la cena, llega el momento de que Giorgia Meloni entre en escena. O, en palabras del holandés Mark Rutte, participar en “la única vez” cada cinco años en la que los Veintisiete “hacen política”. No es casualidad que, después de haberse mostrado “colaboradora” por la tarde sobre los expedientes discutidos en el Consejo (Ucrania y la Agenda Estratégica), terminando mediando entre las diferentes sensibilidades de los líderes, la posición italiana a la entrada se vuelva muy duro: «Oscilamos entre el “no” y la abstención”, confía Meloni a sus seguidores. Y de hecho, cuando el presidente del Consejo de la UE acude a la convocatoria, el primer ministro se abstiene en el bis de Ursula von der Leyen y vota tanto en contra tanto del socialista Antonio Costa como número uno entre los Veintisiete como de la candidatura del ex estonio (liberal ) el primer ministro Kaja Kallas al Alto Representante para la Política Exterior. La posición anunciada por la primera ministra es, en realidad, no conceder nada a quienes la mantuvieron fuera de las negociaciones para definir los nombres en liza. Hasta el punto de frenar la idea de no acudir a la votación, avanzando por consenso, lanzada por algunos dirigentes. Meloni quiere subrayar sus opciones, en particular la de la abstención sobre Úrsula, motivada por “el respeto a las diferentes valoraciones entre los partidos de la mayoría gubernamental”. Traducido: disparar contra el candidato del PPE, del que Antonio Tajani es miembro, no podría haber sido una opción, pero cuidado, el apoyo en la Cámara no es un hecho. Más aún si, como subraya el Palazzo Chigi, todavía necesitamos “conocer las líneas programáticas” que guiarán el nuevo rumbo o iniciar “una negociación sobre el papel de Italia”.

Nombramientos en la UE, el no de Meloni: y sobre von der Leyen se abstiene. El Primer Ministro: «Vergonzoso si nos hicieran pagar»

El partido

No es casualidad que el “verdadero juego”, garantizan quienes estuvieron en primera línea junto al Primer Ministro durante las negociaciones, “se jugará el día 18”. Y ese es el día en el que von der Leyen debería pasar la prueba del Parlamento Europeo. Italia llega poniéndose en condiciones de seguir subiendo las apuestas en las delegaciones de los nuevos comisarios, apuntando al menos a tres: Presupuesto, Cohesión, Pnrr, Competencia y Mercado Interior. Un escenario que, por un lado, refuerza la posición negociadora del primer ministro, pero, por otro, abre la posibilidad de que los partidarios de Úrsula intenten aprovechar los 54 votos de los Verdes para alejar los fantasmas del voto secreto. También porque el “no” a Costa y Kallas que llegó durante la noche empeora inevitablemente la situación hacia los conservadores. Más que una posibilidad, la existencia de un número masivo de francotiradores se convierte, por tanto, casi en una certeza. Con Meloni que, si no está satisfecha, intentará contar no sólo con su delegación, sino también con un frente interno del PPE que no pretende unirse a una mayoría inclinada hacia el centro izquierda. Un equipo encabezado por Tajani y Manfred Weber, que podría valer poco menos de un tercio de los votos populares (unos sesenta de 189) y, por tanto, podría tener las cifras necesarias para devolver a la UE al punto de partida, enviando la candidatura de la UE de nuevo a El remitente. Una prueba de fuerza a la que Meloni preferiría no recurrir, aunque la sacude para demostrar que no ha cedido. Ya durante la noche la primera ministra sentó las bases de una narrativa contra quienes intentaron acorralarla o atraparla en determinadas dinámicas. En primer lugar a quienes, como Matteo Salvini, piensan que “lo que está pasando” con los nombramientos en la UE “huele a golpe de Estado”.

© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

Lea el artículo completo en
El mensajero

X

PREV Carrera por la Casa Blanca: Biden flaquea en el primer duelo televisivo y sufre un “fuerte pánico” – Norteamérica
NEXT Elecciones en Irán, hoy el país llamado a elegir al nuevo presidente: avanzamos hacia una segunda vuelta entre pilares y reformistas