La medida había sido fuertemente apoyada en los últimos meses por el presidente ucraniano, Zelensky. El presidente estadounidense, Joe Biden, anuncia que el primer envío de armas y equipos se realizará esta semana. Mientras tanto, continúan los intensos combates con Rusia en el campo.
Paola Simonetti – Ciudad del Vaticano
61 mil millones de dólares en ayuda militar y económica. Esta es la cantidad de apoyo aprobado, entre otros, por el Senado de Estados Unidos en beneficio de Ucrania. La medida, que permaneció bloqueada durante meses, es el resultado de largas y debatidas negociaciones y presiones del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, así como de aliados en numerosos países. El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció que Estados Unidos “comenzará a enviar armas y equipos a Ucrania a partir de esta semana”. Después de más de seis meses de trabajo y muchas idas y vueltas, el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, comentó: “No les daremos la espalda”.
La gratitud de Zelensky
El ejército ucraniano había denunciado en repetidas ocasiones una grave escasez de armas y de nuevos reclutas, ante la constante presión de Moscú en el este del país. El presidente ucraniano Zelensky, agradeciendo al Senado estadounidense, recordó que “las capacidades de largo alcance, la artillería y la defensa aérea de Ucrania son herramientas fundamentales para restaurar rápidamente una paz justa”.
El conflicto continúa
Mientras tanto, en el campo, ocho personas resultaron heridas en un ataque ruso en el distrito de Dnipro, mientras que esta noche, miércoles 24 de abril, se escucharon explosiones en varias regiones de Ucrania, incluida Járkov. Según Moscú, la guerra le costó a Ucrania la pérdida de 500 mil soldados, Kiev proporciona cifras similares en referencia al ejército ruso. Rusia, mientras tanto, limitará por segundo año consecutivo las celebraciones del 9 de mayo por la victoria soviética contra la Alemania nazi por motivos de seguridad relacionados con el conflicto en Ucrania y el reciente ataque cerca de Moscú. El ministro de Educación, Serguéi Kravtsov, citado por Interfax, afirmó que todavía están previstas conmemoraciones en las escuelas y que el tradicional desfile militar tendrá lugar en la Plaza Roja de Moscú, mientras que otras ciudades rusas han cancelado sus eventos.
