la historia de Daniele, un coleccionista que donó 700 radios al Ayuntamiento para convertirlas en museo

la historia de Daniele, un coleccionista que donó 700 radios al Ayuntamiento para convertirlas en museo
la historia de Daniele, un coleccionista que donó 700 radios al Ayuntamiento para convertirlas en museo

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Hubo un tiempo en el que mucho de lo que pasaba en el mundo se descubrió a través de una voz que se asomaba desde los tubos. A lo largo de los años, la radio ha sido un compañero de vida para muchos. En particular para Daniele Camiciottoli, quien luego le dedicó su vida. Con la curiosidad de un coleccionista empedernido y las manos hábiles de un experto en ingeniería eléctrica, Daniele ha navegado durante décadas entre frecuencias, longitudes de onda y antenas, circuitos y generadores, ahora muy raros.

Daniele cultiva esta pasión desde los 12 años. En más de medio siglo ha recopilado setecientos dispositivos de distintas partes del mundo y de diferentes épocas, una especie de enciclopedia del sector desde principios del siglo XX hasta los tiempos modernos. Una colección única en el mundo. Al cumplir setenta y seis años, Daniele decidió compartir esta pasión y donar la colección a la comunidad de Barberino Tavarnelle, que podrá así crear un museo.

“Todo empezó desde la radio de casa – afirma -. Tenía curiosidad por estas válvulas que se encendían y quería saber por qué salía la voz de este dispositivo. Empecé a estudiar ingeniería de radio, y gracias a un reparador de radios que conocía a mi padre en Florencia, fui al taller y allí me di cuenta de lo que era una radio y cómo se podía reparar”. La historia de amor entre Daniele y el mundo de la radio nació con amor a primera vista, convirtiéndose en más que un hobby: una pasión de la que nunca más se separará.

Desde las primeras radios de los años 20, italianas, inglesas, alemanas, medios de comunicación estéticamente poco atractivos pero eficientes que comenzaron a extenderse en los ambientes domésticos adquiriendo un carácter popular, hasta las elegantes radios de salón de los años 40, enriquecidas con dibujos e incrustaciones con tocadiscos. en el interior, hasta tiempos más recientes, los años cincuenta y sesenta con el llamado ‘gnomo’, de pequeño tamaño para colocar en la mesita de noche, y el transistor, la radio muy querida por los aficionados que se llevaban a los oídos para escuchar a los partidos de fútbol mientras caminas del brazo de tu amada.

“Recuerdo que usaba mi dinero de bolsillo para comprar repuestos y radios viejas en los mercados. Una de las zonas donde más materiales he coleccionado es sin duda Livorno. Ahora recorro los distintos vendedores de segunda mano que encuentro en la Toscana. Aunque al que más le tengo cariño es al de mi casa. Todavía recuerdo la atmósfera mágica que se creaba cuando encendíamos la radio en el salón – subraya – para escuchar música clásica y comedia todos juntos”.

Un ambiente que los escolares podrán vivir ahora cuando visiten el museo Barberino Tavarnelle, que se instalará en una sala del Cine Olimpia de Tavarnelle. “Es un gran orgullo poder poner mi colección al servicio de la comunidad. Creo que puede ser enriquecedor para todos. Si de cien niños que vienen a verlo, uno de ellos tiene la misma pasión que yo, seré el hombre más feliz del mundo. Y siempre será renovado, porque seguiré coleccionando. Aún quedan muchos por encontrar.”

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