Bebió un vaso de agua recogida en el lago de Garda y al final deseó “¡salud!”. El alcalde de Brenzone (Verona), Paolo Formaggioni, con esta “provocación” que se hizo viral en las redes sociales, quiso dar una señal sobre la calidad del agua del mayor lago italiano, tras la epidemia que estalló en Torri del Benaco (Verona), donde cientos de personas resultaron afectadas por gastroenteritis.
“Torri – explicó Formaggioni – es el municipio fronterizo con el nuestro, en Brenzone no se han registrado casos de contagio, pero ha habido un alarmismo excesivo al respecto, con noticias infundadas o exageradas también difundidas por los medios de comunicación alemanes que inevitablemente han generado preocupación entre operadores turísticos”. El alcalde participó ayer, junto con otros alcaldes del lado veronés de Garda, en la mesa sobre la emergencia bacteriana convocada en Torri del Benaco organizada por el alcalde Stefano Nicotra.
“Los análisis de las muestras tomadas en el lago – concluyó Formaggioni – fueron todos negativos, la situación clínica – como lo confirmó el Ulss 9 – está mejorando clara y rápidamente, por lo que solo estamos esperando los resultados de las nuevas muestras, pero todo está bien. volviendo a la normalidad. Y el agua de nuestro lago es pura”.
