La paradoja de Taranto: ser considerada una ciudad estratégica pero, al mismo tiempo, aislada. Y el hecho de que ya no haya trenes directos en el trayecto Taranto-Roma es la demostración más clara de ello, suficiente para que el presidente de la Cámara de Comercio Brindisi-Taranto, Vincenzo Cesareo, cogiera lápiz y papel y llamara a todos a tomar una “necesaria acción unitaria de protesta”.
Una posición clara, la del presidente Cesareo, sobre todo porque el aislamiento en el que se encuentra la ciudad llega en un momento en el que se preparan los flujos turísticos más impresionantes. Y aquí está la paradoja que Cesareo destaca en términos muy claros. “La zona de Taranto – subraya enérgicamente Cesareo – se define como estratégica para el acero, para los Juegos Mediterráneos, para el sector aeroespacial, etc., pero no merece – añade – una conexión banal y rápida con la capital. Otro problema más, muy grave – subraya Cesareo – para los ciudadanos, perpetuamente penalizados en su derecho a la movilidad; para las empresas, en particular, pero no sólo, las empresas turísticas; para estudiantes varones y mujeres; en una palabra, para la evolución social a la que aspira Taranto y que, sin embargo, se detiene en el callejón sin salida de las opciones técnicas”.
Una situación que hace soltar un grito al presidente de la Cámara de Comercio. “Ya no estamos aquí. Pido a las demás instituciones – concluye el presidente -, a los representantes de las empresas y de los trabajadores, a los profesionales, a la sociedad civil que nos unamos en una protesta constructiva y eficaz, para llamar la atención del Gobierno para discutir juntos, en las mesas competentes, el futuro de la movilidad en Taranto”.
