Otro acto de violencia a bordo, donde una pelea provocó un grupo de alborotadores durante el servicio de sustitución del FS realizado en el autobús de las 23.55 desde la estación de Empoli a Siena. El incidente se remonta al 25 de junio. El autobús quedó sucio y dañado, y a bordo se consumieron bebidas alcohólicas, cigarrillos y estupefacientes, llegando incluso a dejar jeringas usadas y sucias en el suelo.
Así lo informó Carlo Pane, secretario de Fit Cisl Siena, tras un nuevo acto de violencia que desde hace algún tiempo pone en riesgo la seguridad de los conductores de la empresa Autolinee Toscana.
“A menudo los trabajadores – explica Pane – están a merced de alborotadores que también llevan a bordo armas blancas, consumen de todo, desde alcohol hasta drogas de todo tipo, incluso dejan en el suelo jeringas para dosis recién usadas; en algunos casos los trabajadores también fueron víctimas de agresiones físicas y verbales. Nuestras siglas llevan meses denunciando los peligros de trabajar en esta línea, pero sin éxito. La situación está fuera de control. Los trabajadores están asustados y exasperados, hemos avisado a las prefecturas, a las comisarías correspondientes y también a la unidad local de supervisión de prevención, higiene y seguridad en el trabajo (PISLL)”.
“Como sindicato, hace meses solicitamos autobuses con el asiento del conductor cerrado y supervisión a bordo en la estación de tren de Empoli, pero no se hizo nada. En materia de seguridad de los trabajadores – concluye Pane – no estamos dispuestos a negociar, porque vivimos del trabajo y no debemos morir. Pedimos que la empresa actúe brindando seguridad a bordo, o que intervengan las autoridades, antes de que suceda lo irreparable, hay que detener el rastro de sangre en los lugares de trabajo”.
Fuente: Fit-Cisl Siena
