Veintidós camas en el nuevo departamento de cuidados de larga duración, activo desde el lunes, otras diez en los hospitales de día del departamento del área médica; una campaña de comunicación para concienciar sobre los riesgos del calor excesivo con consejos útiles para proteger a las personas vulnerables, fortalecimiento de la red de ambulancias. El hospital de Santo Spirito está preparado para afrontar la emergencia térmica del verano de 2024, que según algunas previsiones no tendrá nada que envidiar a la del año pasado. El último boletín de protección civil prevé una alerta naranja para hoy en Pescara, y el Ministerio de Sanidad recuerda que las altas temperaturas y el calor pueden tener efectos negativos para la salud, en particular de los pacientes más frágiles. Hasta el momento las “cifras” no son suficientes para crear una sobrecarga en los centros sanitarios, gracias a que en junio las temperaturas no alcanzaron los extremos del año pasado, según explican Giustino Parruti, director del departamento de medicina, y Aurelio Soldano, director del servicio de urgencias.
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LA SITUACIÓN
Sin embargo, en los últimos días el número total de pacientes atendidos en las urgencias del hospital ha sido superior a la media diaria habitual, pero, como afirmó el doctor Soldano, el aumento de los ingresos no se debe al calor sino a una serie de pequeños accidentes con Microtraumatismos, propios de la temporada estival.
Este año, afirmó Parruti, se ha aumentado -en comparación con años anteriores- el número de salas climatizadas en los departamentos de medicina, geriatría, enfermedades infecciosas, neurología y neumología, para poder atender a los pacientes en condiciones más confortables. «Con la dirección estratégica de la ASL – añadió – se decidió mantener operativos todos los hospitales de día del área médica, que normalmente, en otras ciudades, se debilitan durante el verano. Esto nos permitirá evitar la saturación en los departamentos médicos y de geriatría, donde ya no veremos pacientes atendidos en los pasillos, gracias también a un modelo de atención que prevé vías alternativas a la hospitalización”. Entre ellos, cuando sea posible, también la atención domiciliaria con la participación de médicos generales.
EL FILTRO
Como también destacó el doctor Soldano, el papel de los médicos de familia es fundamental para evitar la sobrecarga de los servicios hospitalarios y urgencias, así como adoptar buenas prácticas para prevenir el golpe de calor. “La autoridad sanitaria local ha creado una campaña de comunicación – afirmó – dirigida a las personas vulnerables”. Los consejos incluyen mantener una adecuada hidratación, evitar salir durante las horas de más calor, adoptar una dieta ligera sin demasiadas grasas y azúcares, evitar los alimentos ultraprocesados, o llevar ropa fresca de tejidos naturales, proteger las ventanas durante las horas de mayor irradiación solar, permanecer en ambientes con aire acondicionado cuando hace demasiado calor. «Es importante difundir el mensaje – añadió – de que primero hay que contactar con el médico. Es él quien conoce al paciente y su ámbito social, los medicamentos que toma. Para emergencias hay el 118. Nuestro médico en la estación también está disponible las 24 horas para pedir ayuda o consejo, y si de la llamada surge una necesidad de salud se activará la ruta de emergencia.” La unidad de cuidados de larga duración, subraya Soldano, encontrará espacio en las habitaciones del llamado edificio rojo. «La ventaja no será tanto la de hospitalizar a los pacientes, sino la de permitir que los geriátricos tengan una salida para aquellos pacientes que necesitan ser dados de alta y que no pueden acudir a la RSA ni siquiera a su casa».
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