Agujero sanitario en Abruzos: la movilidad pasiva nos cuesta 60 millones – Piazza Rossetti

Los ciudadanos de Abruzzo que fueron hospitalizados fuera de la región para recibir un tratamiento considerado adecuado y oportuno, debido a la falta de confianza y a la falta de suministro a nivel local, ascendieron a 30.881 en 2023 y costaron a las arcas regionales de Abruzzo más de 60 millones de euros, menos de 2022, en alrededor de 5 millones, pero la movilidad pasiva sigue siendo una carga que ha contribuido significativamente a aumentar la deuda sanitaria a más de 122 millones.

Pero lo más sorprendente es que quienes reciben tratamiento al otro lado de la frontera son ciudadanos de la autoridad sanitaria provincial de Teramo como porcentaje de la población, mientras que la autoridad sanitaria provincial de L’Aquila, que es también la “oveja negra” de los cuatro centros sanitarios empresas, con la mayor parte del déficit, alrededor de 46 millones.

Son sólo algunas de las valiosas cifras que recoge el informe “Movilidad hospitalaria en la Región de Abruzos 2.0”, elaborado por la Agencia Regional de Salud (Asr) liderado por el médico de L’Aquila Pierluigi Cosenza, publicado en el sitio web institucional, y que representa una instantánea actualizada del estado del arte del sistema sanitario de Abruzzo, más valioso que nunca, ahora que la burbuja del déficit ha estallado, con la mayoría de centroderecha del presidente reconfirmado Marco Marsilio, de Fdi, que tuvo que lanzar una maniobra en el consejo regional del 23 de mayo, que asignó alrededor de 68,5 millones para cubrir la deuda, y la otra mitad aproximadamente se cubrió con superávits administrativos y otras provisiones. Los planes de las autoridades sanitarias locales fueron presentados en los últimos días y luego deberán aplicarse sin demora para hacer frente al déficit que se producirá también en 2024, con la esperanza de que no tenga la consistencia del de 2023.

Todo en una situación de fuerte tensión, con la lucha entre el consejo y el consejo regional que de manera bipartidista y liderada por el presidente de la comisión de Salud, Paolo Gatti, de Fdi, y el presidente del consejo regional, Lorenzo Sospiri, de De hecho, Forza Italia ha “encargado” a la consejera de Sanidad, Nicoletta Verì, y a cuatro directores generales, exigir que los dictámenes de las comisiones regionales sean “vinculantes”, y no sólo “obligatorios”, sobre las opciones sanitarias y los planes de pago de la deuda. El gran nerviosismo entre la mayoría se debe además a la preocupación por el riesgo de que la deuda pueda aumentar, y mucho, durante 2024, cuando no queden muchos cartuchos para afrontarla. Tampoco hay pruebas de la eficacia de las medidas contra la movilidad pasiva y de la reducción de las listas de espera lanzadas recientemente, y hay confusión sobre la resolución de 20 millones de euros para aumentar los servicios complejos de las clínicas privadas, fondos congelados tras la explosión de el caso del consejero de presupuesto de la Fdi, Mario Quaglieri, que también es médico en clínicas privadas, investigado por la Fiscalía de L’Aquila, debido a un conflicto de intereses actual, por haber votado en el consejo actos a favor de la Clínica privada para la que trabaja como autónomo.

El informe fue editado por Vito Di Candia, Giorgia Fragassi, Anita Saponari y el propio Pierluigi Cosenza, con la colaboración del servicio Flujos de Información y Salud Digital del Departamento de Salud de la Región de Abruzzo.

Y leemos en la introducción: “el fenómeno de la movilidad sanitaria representa ciertamente un sector relevante de la asistencia sanitaria, con aspectos heterogéneos e implicaciones a corto y largo plazo sobre la eficacia y la equidad de la asistencia, que merece un análisis específico en profundidad, evitando la simplificación de considerarlo un síntoma genérico de insuficiencia real o percibida de la oferta sanitaria. Un primer aspecto a evaluar está dirigido a los diferentes tipos de movilidad: movilidad fronteriza entre autoridades sanitarias locales y regiones vecinas; movilidad ocasional, provocada por viajes por otros motivos; movilidad planificada para intervenciones de atención complejas; movilidad por falta de oferta local y movilidad por desconfianza en los servicios locales”.

Así que veamos estos números en detalle.

Como se mencionó, 30.881 de un total de 179.867 hospitalizaciones se produjeron en otras regiones, con una tasa de emigración del 24,3%, calculada por cada 1.000 habitantes.

Sin embargo, esto ocurre con notables diferencias territoriales: en particular, se observa que los ciudadanos residentes en la provincia de Teramo, donde Maurizio Di Giosia es director general, realizan 9.633 hospitalizaciones fuera de Abruzos, de un total de 41.784, con una emigración récord. tasa (también calculada aquí por 1.000 habitantes) del 32,2%.

Una proporción muy superior a la de la autoridad sanitaria provincial de L’Aquila, donde en los últimos días el director general Ferdinando Romano fue reconfirmado por un año, precisamente para gestionar el plan de racionalización del gasto: aquí las hospitalizaciones fuera de Abruzos son 7.590 de un total de 41.784 , con una tasa de emigración del 26,4%.

Cabe destacar que en Teramo no existen grandes estructuras privadas, a diferencia de la provincia de L’Aquila.

En la autoridad sanitaria local de Chieti, de la que es director Thomas Schael, las hospitalizaciones transfronterizas ascienden a 8.434 de 51.403, con una tasa del 22,7%.

La autoridad sanitaria local que está en mejor forma desde este punto de vista es la de Pescara, donde Vero Michitelli es el director y donde las hospitalizaciones fuera de la región son 5.224 de un total de 44.999, y con la tasa de emigración más baja, el 16,7%. , aproximadamente la mitad en comparación con el registrado en la provincia de Teramo.

Y llegamos a otra cifra de enorme importancia: la de cuánto cuesta la movilidad pasiva a la sanidad regional, en tasas a pagar a las autoridades sanitarias locales de otras regiones, y cuánto recaudan por el movimiento contrario, es decir, por la movilidad pasiva donde Las empresas sanitarias tienen que pagar a las autoridades sanitarias locales de Abruzzo por haber atendido y cuidado a sus ciudadanos.

Como se ha mencionado, el saldo global para el conjunto de Abruzzo es lamentablemente negativo: se recaudaron 78.255.013 euros del flujo de 18.870 pacientes de movilidad activa, pero luego se gastaron 138.280.941 euros debido a los 30.881 pacientes del flujo de movilidad pasiva, con un saldo negativo de 60.025.927 euros. Hay que decir, sin embargo, que en 2022 el saldo negativo fue aún mayor, de 65.064.763 euros.

Sin embargo, centrándonos en la situación a nivel provincial, descubrimos que la única ASL que tiene un saldo positivo, es decir, que gana más de lo que puede gastar, es la ASL de L’Aquila: con 38.945.459 euros recaudados por haber atraído a 9.248 pacientes. , frente a los 33.058,671 euros gastados para cubrir el tratamiento fuera de la región de sus 7.590 pacientes mencionados anteriormente. Con un saldo positivo de 5.886.787 euros.

Las otras tres autoridades sanitarias locales están en déficit, y la que está en peor situación sigue siendo la autoridad sanitaria local de Teramo: con 1.593 pacientes captados por 7.384.431 euros, y 9.633 en movilidad pasiva por 38.502.573 euros, con un saldo negativo de 31.118.142 euros. . En la ASL de Pescara, la movilidad activa de 3.867 pacientes cuesta 17.456.193 euros, frente a los 26.629.000 millones de la movilidad pasiva de 5.224 pacientes, con un menos de 9.172.806 euros. Finalmente, en la Autoridad Sanitaria Local de Chieti se atrajo a 8.434 pacientes por un valor de 25.621.766 euros, frente a los 4.272 pacientes trasladados, con un saldo negativo, también aquí de 14.468.928 euros.

Así, el informe explica, sobre los factores causales que conducen a la movilidad pasiva: “Para el Sistema Sanitario, el fenómeno de la movilidad también tiene una importancia considerable desde el punto de vista financiero, ya que, al actuar por el lado del consumo o de la producción, implica costes para regiones con movilidad pasiva o ingresos para regiones con movilidad activa. Y una apreciada investigación realizada por Censis en 2005, aún vigente, ha permitido identificar tres grandes ámbitos de motivación: el ámbito de la calidad, en los casos en que la elección está vinculada a la búsqueda de prestaciones consideradas mejores; nivel; el área práctico-logística, vinculada al intento de minimizar los inconvenientes relacionados con el tratamiento (por ejemplo: la presencia de un familiar o el conocimiento de un médico en el hospital extraregional); la zona de necesidad por la ausencia de los servicios necesarios en la zona de residencia o por la extensión de las listas de espera”.

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