No sólo carreteras sumergidas en agua y árboles caídos sobre coches estacionados. El recuento de los daños causados por la ola de mal tiempo que azotó el norte de Italia en…
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No sólo carreteras sumergidas en agua y árboles caídos sobre coches estacionados. El recuento de daños causados por la ola de mal tiempo, que azota el norte de Italia en los últimos días, se está extendiendo de la ciudad al campo. La alarma viene de Coldiretti: estamos hablando de cultivos destruidos, tierras inundadas, siembras interrumpidas, daños a los huertos.
Entre las regiones del norte, las que pagaron el precio más alto fueron Emilia Romagna y Véneto. Para Emilia, las violentas tormentas golpearon como sal esparcida sobre heridas aún abiertas. Es decir, las provocadas por la enorme inundación de hace un año, de la que la zona aún no se ha recuperado del todo.
También se produjeron graves daños en el Véneto, donde el tornado que azotó Rovigo dañó varias estructuras agrícolas. Las fuertes lluvias que cayeron en la región obligaron a muchas empresas a suspender la trilla del trigo debido al lodo que inundaba el terreno. El mismo problema para los huertos, el maíz y la soja, pero también para las hortalizas tanto en campo abierto como en invernaderos donde hay varios centímetros de agua estancada.
Sequía en el sur
El exceso de lluvia en el Norte contrasta con la dura sequía en el Sur, agravada por deficiencias de infraestructura que están convirtiendo el agua en un bien de lujo para los agricultores. Es dramática la situación en la provincia de Caltanissetta, en Sicilia, donde el agua suministrada por el Consorcio de Recuperación llega esporádica y parcialmente y no es suficiente para dar de beber a los animales. Los embalses de Basílicata contienen 300 millones de metros cúbicos, 200 millones menos que en el mismo período del año pasado, mientras que aún no se han llevado a cabo las necesarias intervenciones de reestructuración.
En Molise, estalló la rebelión de los agricultores de Coldiretti contra las tarifas excesivamente elevadas para el suministro de agua en las explotaciones agrícolas, equivalentes a las del agua potable. Emergencia también en Apulia, donde no hay agua para regar los cultivos, mientras que en Cerdeña Coldiretti solicita al Consorcio de Recuperación del Área Sur una ayuda hídrica de emergencia para 400 hectáreas de cultivos donde ha habido una restricción en la asignación de agua de cascada.
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El Gazzettino