para algunas actuaciones los tiempos son “bíblicos”

En la ASL de Pescara puedes esperar hasta 694 días para una rectosigmoidoscopia (un examen rectoscópico), hasta 441,64 para una colonoscopia con endoscopio flexible, y nuevamente 346,63 para una electromiografía simple y hasta 326 para una ecografía unilateral de la mama. .

Así se recoge en el último informe de la autoridad sanitaria (refiriéndose a datos de mayo) publicado en la página web de la autoridad sanitaria. (Haga clic aquí para acceder a la página de referencia). Estamos hablando de servicios no urgentes, es decir, aquellos que se deben realizar en un plazo de 120 días con algunos de estos números, los mencionados son los más “pesados” que en realidad también han mejorado respecto a principios de año como en el el caso de la colonoscopia para la que en febrero el tiempo medio de espera fue de 642,77 días (frente a 308,84 en enero) y de la electromiografía para la que en febrero la espera se calculó en 438,96 días (429,64 en enero).

Podríamos hablar en estos casos como en otros de ligeras mejoras, pero siempre con tiempos bíblicos. Por supuesto, leyendo el desempeño general y las expectativas, hay servicios que respetan los tiempos como por ejemplo un examen de oftalmología, ortopedia, urología, Holter cardíaco, algunas ecografías y tomografías, pero para muchos y muchas veces son los que tienen mayor impacto en la vida de las personas. , las esperas parecen interminables.

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Un problema nacional sin duda el de las largas listas de espera, pero que en Pescara también acabó bajo el escrutinio de la fiscalía, que abrió una investigación contra personas desconocidas y sin hipótesis de delito que esclarecer, con la Autoridad Sanitaria Local que, por su parte, subrayó cómo se conocen los problemas críticos, subrayando la transparencia que la Compañía aplica a la hora de hacer públicos los datos y subrayando que el problema es el “más sentido y más atento por todas las instituciones”.

Investigaciones o no, es necesario encontrar soluciones eficientes para dar respuestas a los ciudadanos de una región que, según la encuesta de Gimbe publicada en enero de 2024, se encuentra entre las que tienen mayor movilidad pasiva para el acceso a la atención. Evidentemente, no faltan conflictos políticos entre quienes defienden lo que se está haciendo para frenar el problema y, por tanto, quienes gobiernan la Región, y quienes, por el contrario, señalan con el dedo las opciones de la mayoría, también en términos de cubrir los 122 millones de deuda sanitaria.

Si las instituciones son llamadas a cumplir su función y a encontrar soluciones eficaces que garanticen un trabajo constante, los ciudadanos se enfrentarán mientras tanto a muchas dificultades para acceder a los servicios sanitarios y también crecerá el número de quienes abandonan el tratamiento porque pueden permitírselo. En privado, ciertamente no es para todos.

Volviendo por tanto a los datos publicados por la Autoridad Sanitaria Local, si como hemos dicho hay servicios que respetan los horarios en cuanto a visitas urgentes y no urgentes, hay otros muchos en los que no es así si siempre nos referimos a los no urgentes, es decir, aquellos a 120 días en los que se encuentran los verdaderos asuntos críticos.

Para una primera visita de cirugía vascular, por ejemplo, el tiempo de espera pasó de 98,32 días en enero (indicados en los parámetros) a 229 en mayo, así como los ya de por sí muy largos tiempos de espera para la primera visita endocrinológica pasaron de una media de 280, 58 días de enero a 385,86 de junio. Los retrasos, aunque más menores, se encuentran en los tiempos de la primera visita neurológica que, si en enero se realizó dentro de los 120 días (86,51 de media), en mayo requiere una espera de 137,25 días.

Mejora ligeramente y cae dentro de los 120 días aunque con un tiempo medio de espera de 116,63 días, acceso a la primera visita de oncología que en enero requería 121,84 días de espera. El tiempo de espera para acceder a una mamografía bilateral es mucho mayor con los datos de que enero hablaba de una media de 187,95 días de espera, en febrero de 375,45 días y en mayo de 269,44 días de espera. Peor aún para la mamografía unilateral que pasó de 173,33 días de espera en enero y 94,80 en febrero a 346,25 en mayo. Con la ecografía mamaria las cosas no van mejor por lo que para la bilateral de mayo la espera se calculó en 296,86 días de media frente a los 120 de la visita no urgente: peor que enero cuando fue de 225,57 y mejor que febrero cuando se acabó el tiempo. al año con sus 347,36 días necesarios para acceder al beneficio. Una situación que se repite, empeorando también para la ecografía mamaria unilateral: sólo 6 días de espera para el servicio no urgente en enero, 326 en mayo.

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