Shimpei Tominaga, el japonés de 56 años que vivió durante muchos años en Udine, donde era muy conocido, no sobrevivió. Después de tres días de agonía, falleció la tarde del martes 25 de junio, informaron los medios locales, incluido el Messaggero Veneto. El empresario fue objeto de una brutal paliza el sábado por la noche en el centro de Udine, entre Via delle Pelliccerie y Via Paolo Sarpi. Se encontraba frente a un kebab con unos amigos cuando intentó defender a un hombre que había sido golpeado y perseguido por un grupo de jóvenes. En respuesta, uno de los chicos le propinó un puñetazo que le hizo caer al suelo, golpeándose violentamente la cabeza contra el pavimento.
Transportado urgentemente a Santa Maria della Misericordia en estado crítico. Hoy el trágico epílogo. Tominaga deja atrás a su esposa Chinatsu y a su hijo de 13 años. Los primeros años de su vida los pasó en Roma, donde su padre Kenichi se ocupaba de la comercialización de los dibujos animados japoneses. Luego construyó su vida en Udine trabajando en la exportación de muebles Made in Italy a Japón. Mientras tanto, la jueza de instrucción Carlotta Silva ha validado la detención cautelar de los tres veinteañeros de la zona de Conegliano, ya conocidos por la policía, detenidos por la brutal agresión.
