El joven asesinado en Pescara había huido de una comunidad de Molise

El joven asesinado en Pescara había huido de una comunidad de Molise
El joven asesinado en Pescara había huido de una comunidad de Molise

El niño asesinado el domingo en un parque de Pescara, Thomas Luciani, se había escapado la semana pasada de una comunidad para menores en Limosano, en la provincia de Campobasso.

El niño, residente en Rosciano (Pescara), vivía desde hacía algún tiempo en Limosano, en la comunidad para menores Il Piccolo Principe. A Thomas le apasionaba el fútbol y jugaba a menudo con los invitados extranjeros de otra organización sin ánimo de lucro que se ocupa de jóvenes inmigrantes no acompañados.

“Dos excelencias de nuestro pequeño municipio – las definió la alcaldesa Ángela Amoroso, entristecida por la muerte del niño apuñalado por dos adolescentes en Pescara – Yo lo conocía y lo vi jugar al fútbol con los otros niños invitados. El viernes el niño se alejó de Limosano, perdiéndole la pista. La denuncia a la policía se hizo de inmediato”.

La comunidad de Sant’Egidio también expresó su opinión sobre la trágica muerte, que promueve una vigilia de oración abierta a la ciudad en Pescara, mañana miércoles 26 de junio, a las 19.30 horas. El punto de encuentro es en la entrada del parque Baden Powell. Finalmente, en memoria de Tomás, se colocarán unas flores en el lugar donde perdió la vida.

“Nos conmueve profundamente el asesinato de un joven de dieciséis años por otros menores, ocurrido en pleno centro de la ciudad. – leemos en la nota de la Comunidad de Sant’Egidio – No se puede morir así a los 16 años. Pescara no puede permanecer indiferente ante las penurias de sus jóvenes y la violencia: es necesario detenerse, expresar el pésame y la cercanía a la familia de Thomas y reflexionar sobre cómo restaurar la posibilidad de crecer en un mundo humano, no violento y Interesarse por el entorno de los demás, empezando por aquellos que tienen más dificultades. No podemos dejar espacio a una indiferencia que borre los sentimientos de lástima”.

La abuela de Tomás Luciani, la señora Olga, entrevistada por Tgr Abruzzo, declaró:

“De todos modos, la justicia sale a la luz tarde o temprano. No puedes matar a un niño así. Era diminuto, diminuto. Era un chico de oro. Tenía los grillos que tienen todos los niños de esta edad. No era un drogadicto y no era un drogadicto. Tenía tres años y medio cuando lo conseguí. Yo lo crié, yo era su madre”.

Y cuando le preguntaron si su madre estará presente, respondió:

“Me pide algo imposible, no quiere ver a su hijo en un ataúd”.

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