Vito Riggio dimite como director general de Gesap

Giro dramático en el aeropuerto Falcone Borsellino de Palermo: dimitió Vito Riggio, histórico director general de Gesap.

Riggio, de 77 años, decidió cumplir la promesa hecha en octubre pasado, concluyendo una era de cambios significativos para el aeropuerto de Palermo.

“Dije que lo haría tan pronto como terminara el trabajo. Y así fue. Lo renovamos y ahora estoy disfrutando de mi jubilación”, declaró Riggio con una sonrisa de satisfacción.

“Una despedida anunciada”

Riggio no dejó de añadir un toque de ironía a su declaración: “Dimito porque el aeropuerto ahora es bonito, genera beneficios y ya no necesita viejos profesores como yo”.

Estas palabras son una mezcla de orgullo y desenfado que reflejan el carácter de un hombre que ha dedicado su vida al mundo de la aviación.

Una transición importante

A pesar de la despedida, Riggio no desaparecerá del todo del panorama aeroportuario.

De hecho, seguirá siendo director senior de Gesap. “Para gestionar la administración ordinaria no hace falta un expresidente de Aviación Civil”, explicó.

Sin embargo, dejó la puerta abierta a un posible regreso en caso de privatización del aeropuerto: “Si los accionistas finalmente quieren tomar el camino de la privatización, mi presencia todavía tendría sentido”.

Un futuro en evolución

La decisión de Riggio se formalizó esta mañana durante una reunión del Consejo de Administración.

“Mi papel no podría continuar indefinidamente”, subrayó Riggio, que ahora espera una señal de los diputados y del alcalde Roberto Lagalla.

Mientras tanto, Massimo Abbate, un veterano con 37 años de experiencia en Gesap, ha sido nombrado director general interino, asumiendo temporalmente las funciones de director general.

una nueva guía

Salvatore Burrafato, presidente de Gesap, comentó sobre el nombramiento de Abbate: “En esta fase de transición, era necesario un nombre fuerte para dar continuidad a un papel fundamental para la actividad del aeropuerto.

El nombramiento de Abbate ha sido aceptado por el consejo de administración por unanimidad, dado que el directivo tiene a sus espaldas una importante trayectoria de treinta años en la empresa”.

un final y un nuevo comienzo

Riggio concluyó su discurso con una esperanza para el futuro: “Mi trabajo está terminado, me gustaría que un joven ocupara mi lugar”.

Con estas palabras, Riggio deja el aeropuerto Falcone Borsellino en una era de renovación económica y estabilidad, pasando el testigo a una nueva generación de líderes.

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