Traicionado por su amor por Pooh. Por ello también fue condenado el ex fiscal de Trani, Carlo Maria Capristo, según informa la Gazzetta del Mezzogiorno, explicando los motivos de la sentencia con la que el Tribunal de Potenza le condenó a dos años y seis meses por tentativa de inducción indebida y falsedad ideológica (absuelto de otras hipótesis de delito porque el hecho no existe), junto a los hermanos Giuseppe, Cosimo y Gaetano Mancazzo (para ellos dos años y dos meses), empresarios del espectáculo.
El procedimiento surgió de la denuncia de la ex fiscal adjunta del Tribunal de Trani, Silvia Curione, a cuyo despacho Capristo había enviado a su colaborador de confianza Michele Scivittaro en 2018, para pedirle que llevara adelante un proceso penal nacido de una denuncia de los tres empresarios, por lo que se hubiera evitado la subasta de una de sus propiedades. Por el contrario, Curione archivó todo, abrió un proceso por difamación contra los tres y denunció las circunstancias del encuentro del ex policía, considerado el portavoz de Cristo.
Scivittaro, que entretanto había llegado a un acuerdo de culpabilidad de dos años, había declarado que su iniciativa habría sido personal, pero la junta no le creyó y atribuyó su comportamiento a una voluntad específica de Capristo, nacido de la buenas relaciones con los tres empresarios que, con motivo de un concierto de Pooh que organizaron, le habían presentado a todos los integrantes de la histórica formación musical, de la que Capristo es fan declarado.
La defensa del exfiscal, ahora jubilado, ya ha anunciado un recurso de apelación.
