Pocos voluntarios, Anpana cerró: “No podemos garantizar los servicios”

Después de diecisiete años de presencia en la zona, con miles de rescates y recuperaciones de animales en dificultades a sus espaldas (hasta 70 polluelos recuperados sólo en el último mes), la histórica y muy querida asociación Anpana Lucca lamentablemente ha cerrado sus puertas.

Un duro golpe para la ciudad, pero sobre todo para los numerosos amantes de los animales que, gracias a las redes sociales, siguen cada semana las numerosas actividades de los ahora famosos “uniformes verdes”. Una decisión dolorosa pero necesaria: “El miércoles fue nuestro último día de servicio – comenta el ex presidente Angelo Bertocchini -. Lamentablemente ya no tenemos voluntarios que puedan cuidar de la recuperación de las pollitas y, por lo tanto, ya no podemos garantizar los servicios para las acuerdo firmado con el Ayuntamiento de Lucca. Ahora – concluye – estamos esperando a un comisario extraordinario”.

Tras el anuncio -y el estallido- en las redes sociales del ex presidente de la asociación, también surgieron desagradables malentendidos. Bertocchini, en el perfil social de Anpana, se quejó de que “algunos funcionarios del Municipio” criticaron el trabajo de los voluntarios luego de algunas denuncias recibidas de los ciudadanos.

A partir de aquí, pensando erróneamente que la administración no había renovado el acuerdo con la asociación – que realmente existe y está activa – los ciudadanos incluso iniciaron una recogida de firmas online que, en pocas horas, fue firmada por más de doscientas personas. Cifras que confirman cuánto aman esta asociación los luqueños y no sólo ellos.

Gran solidaridad también de Eros Tetti, portavoz regional de Europa Verde – Alleanza Verdi Sinistra. “Recuerdo y subrayo el trabajo excepcional realizado por Anpana Lucca en los últimos años – comenta -. En apenas un mes, la asociación ha recuperado decenas de aves, con un tiempo medio de intervención de 160 minutos, muy por encima de lo requerido. 24 horas La pérdida de Anpana – concluye Tetti – sería un golpe muy duro para nuestra comunidad y para todos los animales que protege con tanta dedicación”.

Ahora, por tanto, sólo queda esperar el “milagro”: la llegada de un comisario extraordinario que pueda retomar las riendas de la asociación, y el regreso -o la llegada- de voluntarios que todavía puedan continuar el espléndido servicio de Anpana. Por lo tanto, la petición debería cambiarse de nombre: “Se buscan nuevos reclutas”.

Giulia Preté

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