Italia, Spalletti ha perdido contra sí mismo

España no es la mejor selección de la Eurocopa. es el mejor equipo de clubes de la Eurocopa, al menos por lo que hemos visto hasta ahora. Es la fusión perfecta del talento individual con la calidad colectiva. Te parecerá extraño después de haber admirado las obras de Nico Williams, de Yamal y Fabián Ruiz, pero en España todo el mundo renuncia a algo para ponerlo a disposición del grupo. Lo que no cuadra, lo que no sale bien y lo que es difícil de explicar no es la diferencia técnica entre Italia y la escuadra de De la Fuente, como se esperaba. Es la diferencia excesiva y exagerada. En Gelsenkirchen todo estaba por un lado y nada por el otro. Los números del partido lo dicen, pero mejor aún, el partido en sí. Esta distancia entre nuestra selección y su rival no es cosa del pasado. Quizás la final de la Eurocopa 2012 (4-0 para España, el mismo resultado que el jueves por la noche sin Donnarumma), pero en ese caso la diferencia, además de técnica, también fue física y atlética. Estábamos destrozados. ¿Entonces qué pasó? Sucedió que Spalletti se encontró frente al Napoli de Spalletti por primera vez desde que entrenó a la selección nacional. Por su forma de jugar, driblar, verticalizar, atacar por fuera, apuntar a la defensa contraria, acelerar y frenar, España nos recordó a dos equipos de clubes, El Manchester City de Guardiola y el Nápoles de Spalletti.

Dejemos de lado las diferentes características técnicas, centrémonos únicamente en el efecto final: Kvaratskhelia de hace dos campeonatos saltó sobre el hombre como lo hizo Nico Williams el jueves por la noche, con la misma facilidad y la misma imaginación; Di Lorenzo, en aquel Nápoles, empujaba al máximo como Cucurella; Lobotka fue el principal referente al igual que Rodri, misma lucidez, mismo pensamiento, mismo sentido de posición; Zielinski le aportó una cualidad similar (no idéntico…) al de Fabián Ruiz; la defensa con Rrahmani y Kim resolvió todos los problemas al igual que Le Normand y Laporte, que en realidad tuvieron muy pocos problemas; Osimhen era inexpugnable, se le escapó por todos lados, como le ocurrió en determinados momentos a Morata (incluido el gol en propia puerta). Con gran honestidad intelectual, tras el partido el técnico dijo que no conoce más fútbol que este, el fútbol de España, su fútbol.

PREV Legnano: se muestra el trabajo diario de la Cruz Azul Ticinia
NEXT 14 trabajadores como esclavos: otro caso de mafia en el Véneto