Desde hacía semanas, mucho antes de las elecciones, hablaba de la necesidad de crear una mesa de consulta entre las actividades comerciales de Manfredonia y Siponto y los habitantes de las zonas implicadas.
La carta abierta de los comerciantes, con sus inquietudes y dudas, me permite volver al tema para hacer algunas aclaraciones.
No es necesario crear un nuevo plan de zonificación del ruido, porque ya existe. Hay que aplicarlo, pero sobre todo hay que modificar los calendarios. Los límites de tolerancia están establecidos por ley, pero la administración municipal, con sus ordenanzas, puede derogar estos límites, buscando finalmente un compromiso que proteja tanto el desarrollo de las actividades comerciales como la paz pública.
Por este motivo, como ya se anunció, tengo previsto crear e institucionalizar una mesa de consulta permanente entre actividades y vecinos coordinada por el Ayuntamiento de Manfredonia. Sólo compartiendo derechos y deberes, reglas y concesiones, con la cuidadosa guía de los administradores de la ciudad, será posible llegar a una solución que proteja ambos derechos antes mencionados.
Una ciudad como Manfredonia debe poder no excluirse de ninguna oportunidad turística o económica, desde el centro histórico hasta Siponto, pero nunca debe olvidarse de proteger el bienestar y la vida pacífica de sus ciudadanos. Con demasiada frecuencia, un derecho ha prevalecido sobre el otro, y esta superposición se debe a una falta de funcionamiento político. Me comprometo desde ahora, como me piden muchos ciudadanos, a solucionar este problema ancestral y encontrar una pronta solución compartida por todos para el bien de toda la comunidad.
