protección en la contratación sanitaria

FOGGIA – Según declaró el 22 de febrero el arrepentido Giuseppe Francavilla, considerado cajero del clan del mismo nombre, Michele D’Alba pagó inicialmente un soborno de 2.500 euros. Sin embargo, se quejó de que el negocio iba mal, obteniendo así una reducción del pago solicitado. Estas declaraciones surgieron durante la conversación del arrepentido con la fiscal de la DDA, Bruna Manganelli.. D’Alba es un empresario de Manfredonia asociado a las cooperativas Tre Fiammelle y Lavit. El primero opera en el servicio global, mientras que el segundo tiene un contrato de 170 millones de euros para el lavado de colchones y ropa de cama para las autoridades sanitarias locales de Apulia. Ambas cooperativas fueron objeto de una prohibición antimafia por parte de la prefectura de Foggia, debido a la sospecha de vínculo del empresario con el crimen organizado.

El informe de Francavilla, parte de un expediente cerrado en abril, destaca las acusaciones contra D’Alba de complicidad con la mafia. A pesar de que su nombre aparece en una lista de casos de extorsión relacionados con el crimen de Foggia y de escuchas telefónicas que atestiguan solicitudes de dinero para protección, el empresario negó haber pagado dinero al clan Moretti. Por ello, la DDA ha solicitado que sea juzgado.

Las declaraciones del arrepentido respaldan estas acusaciones, basadas también en interceptaciones realizadas por el Escuadrón Volador de Foggia en el marco de la investigación Decima Azione. Francavilla afirmó que conoció a D’Alba en 2013 y sabía que pagaba dinero por protección a los Moretti. Dijo que había planeado con él abrir una lavandería industrial, proyecto que sin embargo fue llevado a cabo por el empresario mientras Francavilla estaba en prisión por otro caso de extorsión. Según el arrepentido, la extorsión por parte de los Moretti continuó hasta 2018, como lo demuestran los pagos regulares.

El arrepentido también mencionó a Don Uva, un centro de salud adquirido por un grupo de empresarios, entre ellos (en ese momento) D’Alba. Afirmó que los Moretti intentaron extorsionar a otro socio, pero Francavilla les advirtió del riesgo de ser arrestados.. Pese a ello, los Moretti continuaron con su intento y posteriormente fueron arrestados.

D’Alba, ya investigado e interrogado por el fiscal Manganelli en abril de 2020, cambió su versión tras las interceptaciones de la orden de Acción Décima. Admitió haber recibido demandas exorbitantes de Gatta y Tizzano, pero negó haberles pagado dinero. Recientemente, Lavit pidió ser sometido a control judicial, pero tanto la DDA como la Prefectura se opusieroncitando el riesgo de conexiones de clanes y el hecho de que la cooperativa todavía está controlada por la familia D’Alba.

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