El presidente de Emilia-Romaña, Stefano Bonaccini, elegido miembro del Parlamento Europeo, anunciará su dimisión en el consejo regional como se esperaba, probablemente el miércoles. Dimisiones que se firmarán y se harán efectivas alrededor del 10 de julio (después de la reunión científica del G7 y antes de la inauguración del Parlamento Europeo prevista para el 16 de julio). A partir de ese momento la legislatura regional habrá concluido efectivamente, la vicepresidenta Irene Priolo actuará hasta la elección del nuevo presidente y el consejo permanecerá en funciones sólo para la administración ordinaria. Hasta que se establezca la nueva legislatura, con elecciones previstas para noviembre, el consejo regional no podrá promover ni adoptar actos formales, como la solicitud de un referéndum para derogar la ley de autonomía diferenciada. La opción de los consejos regionales (alternativa a la recogida de 500.000 firmas) de promover un referéndum quedará, por tanto, en suspenso hasta finales de año. Los grupos mayoritarios del consejo regional están trabajando en una resolución, que también se presentará la próxima semana, que pone a la región de Emilia-Romaña en contra de la autonomía diferenciada y apoya cualquier iniciativa para contrarrestarla. De aprobarse, seguiría siendo un acto con valor político, pero no formal, como prevé la Constitución, para la solicitud de referéndum.
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