Un desafío extraordinario, una prueba sin precedentes. jaan roose (abajo en la foto de Gabriele Seghizzi)El slackliner estonio cruzará el estrecho de Mesina caminando sobre una cinta de sólo 1,9 cm de ancho, a una vertiginosa altura de más de 200 metros sobre el nivel del mar. A partir de julio de 2024 (la fecha oficial depende de las condiciones meteorológicas), el atleta afrontará un impresionante recorrido de más de 3,5 kilómetros, la distancia que separa la costa de Calabria de la siciliana.
Una increíble travesía que no sólo podría batir el récord mundial de slackline, superando en casi un kilómetro el récord anterior (aproximadamente 2,7 km), sino que supondrá una hazaña sin precedentes, con una distancia de travesía simbólicamente superior a 30 pistas de fútbol. Roose partirá de Santa Trada (Villa San Giovanni), desde un punto del pilón de 265 metros de altura – una medida superior a la del rascacielos italiano más alto – e intentará llegar a la Torre Faro (Messina) a una altura de 230 metros.
El tiempo estimado para lograr esta hazaña es de aproximadamente 3 horas, durante las cuales Roose enfrentará un desnivel de aproximadamente 130 metros entre la altura inicial y lo que encontrará en la parte central, más o menos cerca de Escila y Caribdis. Un simbolismo casi mitológico que subraya el carácter extraordinario de este desafío, evocando la eterna lucha del hombre contra los límites de lo imposible.
«Es una mezcla de miedo y emoción, tengo la sensación de llevar el desafío hasta el límite – dice Jaan – y desde el punto de vista mental tengo que concentrarme en lo que estoy haciendo en ese momento. Tengo que minimizar las distracciones y seguir adelante, intentando mantenerme lo más claro posible, paso a paso”. Jaan Roose, tres veces campeón mundial de la especialidad, no es ajeno a estas hazañas legendarias.
