“Me sirvieron tripas de cordero con la mierda todavía dentro y fui a vomitar”: Alessandro Borghese cuenta lo peor de 4 restaurantes

“Me sirvieron tripas de cordero con la mierda todavía dentro y fui a vomitar”: Alessandro Borghese cuenta lo peor de 4 restaurantes
“Me sirvieron tripas de cordero con la mierda todavía dentro y fui a vomitar”: Alessandro Borghese cuenta lo peor de 4 restaurantes

Invitado de Fabio Rovazzi y Marco Mazzoli en el podcast 2046, el chef contó dos desventuras rayanas en el horror que le sucedieron durante el rodaje de Quattro Ristoranti

Su programa, 4 restaurantes, es muy querido. Buena comida y, casi siempre, lugares acogedores. Sin embargo, hay muchos que quisieran preguntar Alejandro Borghese si realmente siempre es agradable ir a comer por todo el mundo. Y, según afirma el chef invitado de Fabio Rovazzi Y Marco Mazzoli en el podcast de 2046la respuesta es no, no siempre es un placer degustar los platos de los restaurantes participantes en el programa. En efecto, Borghese relató dos episodios bastante repugnantes, pero quién sabe si habrá otros.

El primero tiene que ver con un intestino mal limpio.. “Había otra cosa con respecto a la cocina rural, material. Estabamos en Barbagia en Cerdeña, participaron dos o tres pastores sardos ancianos y un joven que fue mirado con recelo por los mayores. Última cena, brasas, carne y Sa Cordula, que es el intestino delgado del cordero enrollado sobre sí mismo, donde aún queda quimo en su interior. Se pone a la parrilla, pero hay que limpiar bien los intestinos, porque está lleno de mí***. El plato llega a la mesa y los pastores se miran, uno lo huele y dice ‘sabe a mí***’. Pero estábamos en retransmisión, con cámaras y todo lo demás, así que cortamos y comemos. Pero no pude hacerlo, después de comer un pequeño trozo me escapé detrás del cobertizo a vomitar”. Léelo arriba abrázame de nuevo: “La Sa Cordula, también llamada trenzaes una especialidad a base de menudencias de cordero y debe su nombre a la forma que toma con el entrelazamiento de los intestinos. Se advierte a los paladares fuertes y amantes de los platos típicos de Italia, esta es una especialidad para probar.” Borghese lo intentó pero no le salió muy bien. El chef también contó una desventura con el pescado: “Una vez que estábamos a la orilla del mar, pedí una lubina y me llegó sin cabeza. Pregunto por qué y el camarero me dice ‘no te preocupes, yo lo soluciono todo’. Se dirige hacia la cocina, lo sigo sin ser visto y lo veo meter la mano en la basura, Toma la cabeza del pez y la vuelve a unir al cuerpo.. Aquí ocurrió un gran desastre.” Sólo podemos imaginar… Quién sabe qué otras historias de terror podría contar Borghese. ¿O tal vez sea mejor no saberlo?

PREV Rai: de Giletti a Minoli, los nombres para un análisis en profundidad tras la parada en Bortone
NEXT Sorteos nocturnos de Lotto, SuperEnalotto y 10eLotto del jueves 20 de junio de 2024