Novara: un preso de veinte años se quita la vida en prisión

Novara: un preso de veinte años se quita la vida en prisión
Novara: un preso de veinte años se quita la vida en prisión

Nuevo suicidio en prisión esta mañana, jueves 20 de junio de 2024. Esto eleva a 7 el número de reclusos que se han quitado la vida en el distrito de Piamonte, Liguria y Valle de Aosta desde principios de año, mientras que ha habido 45 reclusos suicidios a escala nacional.

Novara: preso se quita la vida en prisión

Él informa sobre lo sucedido. Vicente Santilli, secretario para Piamonte del Sindicato de la Policía Penitenciaria Autónoma: “Hoy hacia las 11.30 horas, en la prisión de Novara, durante el traslado de alimentos, el personal fue alertado por la falta de recogida de alimentos por parte de un preso argelino de poco más de veinte años. Al ingresar a la celda, el hombre fue encontrado colgado de los barrotes de la ventana del baño mientras su compañero de cuarto no había notado nada. Inmediatamente se iniciaron las labores de rescate, que luego fueron continuadas por el servicio de emergencias 118, pero todos los esfuerzos por reanimar al detenido fueron en vano y por tanto se confirmó su muerte.”

El sindicalista destaca que “el suicida era una persona difícil de manejar en prisión, habiendo cometido numerosas agresiones, daños, actos de alteración del orden y la seguridad, incendios e incluso una audaz fuga durante su estancia en prisión mientras se encontraba ante el tribunal”. para una audiencia y debería haber sido puesto en libertad el próximo agosto”.

“Se necesita urgentemente la intervención del Gobierno”

“Como sindicato más representativo del personal de la Policía Penitenciaria”, destaca Santilli, “reiteramos firmemente nuestra convicción de que es necesaria una intervención urgente, concreta y eficaz del Gobierno encaminada a mejorar las condiciones de vida en los centros penitenciarios del país. La política no puede seguir guardando silencio ante los continuos ataques al personal y el creciente número de suicidios entre los presos. Es necesario que el Estado rediseñe en cierto sentido todo el sistema de gestión de las penas, previendo prisión sólo para aquellos sujetos para quienes todas las demás alternativas de recuperación y reinserción social han fracasado, eliminando así efectivamente el fenómeno del hacinamiento y, al mismo tiempo, y al mismo tiempo reducir las tensiones que pesan sobre el trabajo diario de la Policía Penitenciaria”.

Para el SAPPE, “también se deben fortalecer las actividades de tratamiento dentro de las cárceles, previendo la implementación de la oferta de trabajo a los presos y, al mismo tiempo, iniciar la contratación de nuevo personal de figuras profesionales humanísticas como psiquiatras y psicólogos para interceptar en el tiempo los inconvenientes y debilidades que pueden derivar en actuaciones indebidas e irreparables”.

El Secretario General LO SABE Donato Capece recuerda un pronunciamiento del Comité Nacional de Bioética que subrayó cómo “el suicidio de un preso constituye sólo un aspecto de esa crisis de identidad más amplia y compleja que la prisión determina, alterando relaciones y vínculos, desintegrando perspectivas existenciales, debilitando planes y esperanzas”. La forma más clara y radical de eliminar todos estos inconvenientes sería repensar globalmente la función de la pena y, dentro de ella, el papel de la prisión. Pero para algunos era evidentemente más fácil conseguir que sólo uno de los miles de italianos detenidos fuera fuera elegido para el Parlamento Europeo, no está claro quién fue elegido en función de qué méritos, y así tener la coartada de poder decir que se ocupan de los problemas de la prisión…”.

El líder nacional del SAPPE es lapidario en su denuncia: “Siete presos que se han quitado la vida en prisión desde principios de año sólo en Piamonte, Liguria y Valle de Aosta, más de cuarenta desde principios de año , debe hacerte pensar seriamente. Son víctimas inocentes de una penuria individual que no puede abordarse a pesar de los esfuerzos y el compromiso de los operadores, principalmente las mujeres y hombres de la Policía Penitenciaria que viven en prisión en las secciones de detención”.

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