Continuidad y ductilidad, las razones para elegir a Nicola después de Ranieri

Un esperado humo blanco, entonces David Nicola se convertirá de hecho en el nuevo entrenador de Cagliari. El técnico toscano está dispuesto a firmar un contrato de dos años con opción a un tercer año, convirtiéndose así en heredero de Claudio Ranieri en el banco rossoblù. Una elección que no sólo apunta a continuar la linea dibujada por el técnico romano desde el punto de vista mental, pero también en lo que respecta a principios del juego. Porque más allá de los números tácticos, de las tres o cuatro defensas -o incluso de las paradas previas que alimentaron el mito del “psicólogo” Nicola- el entrenador piamontés es sin duda el evolución natural de lo que se vio en Cagliari en el año y medio del interregno de Sir Claudio.

Principios

Hablando de números en fútbol moderno muchas veces puede resultar engañoso. Fase de no posesión, fase de posesión, posiciones y tareas: estas son las líneas para juzgar el aspecto táctico de un entrenador. Con ductilidad que se convierte en una estrella guía de la filosofía de Nicola, exactamente como lo vio Ranieri en su segunda experiencia en Cerdeña. Partiendo de una suposición, a saber, que en la mayoría de los casos la clase del 73 de Luserna San Giovanni es tomó el control en la carrera y por lo tanto tuvo que aprovecharlo al máximo trabajando con el material ya presente y adaptándolo en lugar de adaptarlo. Por tanto, no es casualidad que con el salernitana Nicola se ha centrado en los cuatro de atrás, mientras que un Empoli se ha movido al de tres vías. Una cuestión de intérpretes, pero también de una flexibilidad que siempre ha estado presente en la carrera del casi ex entrenador de los toscanos. Por eso, más que la disposición del campo, lo que importa son los principios de juego comunes a sus experiencias, incluida por ejemplo la de Crotone. Principios que recuerdan ampliamente a los de Ranieri: poco o ningún espacio para construcción desde abajo, bolas directas con poco uso de la obra clásica, uso de carriles laterales como clave para crear peligros en el área contraria, la acción acompañada de doble punta y por la inclusión de mediocampistas más hábiles que formados. Además de una presión que casi nunca es alta, sino concentrada en línea media tan pronto como los oponentes logren llegar al centro del campo. Sin perjuicio del delantero central, jugador que está excluido de la fase defensiva excepto para la cobertura de las líneas de pase y que intenta distanciarse previamente para encontrarse libre en caso de que sus compañeros recuperen el balón.

Variaciones

Mirando a la Cagliari del último campeonato son diferentes soluciones que puede ser seguido por nicolás. Exactamente qué diferentes eran los que usaba Ranieri. Es difícil imaginar hoy el once del futuro, cuando aún queda por ponerse en marcha tanto el mercado entrante como el saliente. Pero si planteamos la hipótesis de lo que podría ser, Nicola tendría en sus manos tanto un posible un 4-4-2 que un 3-5-2 como alternativas. En ambos casos el técnico piamontés debería llevar a Cerdeña los principios clave de su filosofía: la organización fase defensivacortes externos para crear superioridad en la primera línea opuesta, la cohesión entre compacidad de las líneas, un segundo delantero rápido que rodea al delantero centro. Por otro lado, sin embargo, también un centrocampista que no se orienta hacia el aspecto técnico, sino que es más físico y hábil en ambas fases desde el punto de vista deportivouno fase ofensiva bastante escolar y con construcción directa y no confiado a la posesión. Como sucedió con Ranieri, la presión alta sólo puede ocurrir en caso de dificultades en la gestión inicial por parte de los oponentes, por el contrario la filosofía es compactar las líneas permaneciendo en el defensa bastante alta. En el caso de una defensa de cuatro, Nicola ha utilizado a menudo dos laterales con características opuestas, uno más empujador que acompaña el desarrollo ofensivo y otro más bloqueado que casi se convierte en un tercio central si es necesario. Los extremos del medio campo, tanto de cinco como de cuatro, tienen características opuestas a los laterales: en el lado del lado bajo bloqueado hay un extremo con fuertes habilidades de ataque, y viceversa, en el lado del lado que empuja. Es un extremo capaz de favorecer los solapamientos. En el medio del campo dos centrocampistas de los cuales uno es más rompedor y más manteniendo la posición y otro mas caja a caja, capaz de apoyar a su compañero cuando sea necesario y sobre todo de atacar la zona central rival y sumar a los dos delanteros y al lateral que corta. Los delanteros, como ya hemos dicho, forman una pareja clásica con el nueve dedicado casi exclusivamente a estirar a los rivales y el segundo delantero más conectado y maniobrable, pero también capaz de profundidad de ataque y darle técnica a la fase ofensiva. Todos principios que, sin embargo, podrían cambiar dependiendo tanto del oponente como de la situación contingente. De hecho, queda por entender cómo Nicola evolucionará su filosofía en función del objetivo estacional, porque una cosa es tener que volver a subir desde el fondo de la tabla y confiar en la concreción y la acomodación de los déficits dejados por su predecesor, otro para intentar desarrollar un juego que vaya más allá. La importancia del aspecto mental, que el técnico piamontés rechaza como única clave para ser entrenador, juega sin embargo un papel importante en su gestión. Un aspecto que también parecía fundamental con Ranieri y que a menudo pasó a primer plano en las últimas temporadas del Cagliari. Flexibilidad, mentalidad, principios.: estos son los motivos de la elección del club rossoblù que recayó en Nicola, a la espera de conocer el material que se pondrá a disposición del ex entrenador salernitana y que será el punto de partida del nuevo Cagliari post Sir Claudio.

Mateo Zizola

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