El proyecto ASAP ha finalizado

Concluyó en Prato, con la conferencia “La agricultura social, un recurso para la inclusión laboral. Las experiencias de los territorios” del pasado 16 de febrero, el Proyecto “ASAP” (Agricultura Social en la zona de Prato).

El proyecto contó con el apoyo de la Región de Toscana adhiriéndose al llamado a promover acciones de agricultura social en el territorio regional.

Las asignaciones públicas estaban destinadas a apoyar la diversificación de las actividades agrícolas mediante la promoción de acciones de atención de la salud, integración social y apoyo comunitario.

El objetivo general del proyecto fue promover la experiencia de la agricultura social como herramienta de inclusión a través de la actividad agrícola, abrazando plenamente la idea de la multifuncionalidad de la empresa agrícola, que pueda combinarse complementaria y socialmente útil a la primaria.

En la práctica, las granjas involucradas acogieron durante 6 meses a personas que padecían diversos tipos de discapacidad o malestar, permitiéndoles enriquecer sus experiencias realizando prácticas agrícolas bajo la cuidadosa orientación de agricultores y tutores.

La pasión y el compromiso que pusieron los agricultores que se dedicaron a la agricultura social fue invaluable.

Todo el entusiasmo y las dificultades se recogen en breves testimonios en vídeo donde Giuliana Giuliani (Società Agricola Carrini e Giuliani), Lapo Somigli (Società Agricola Frigionaia) y Andrea Pini (Humanitas Società Cooperativa Sociale) hablan de ellos mismos y de la relación con los niños involucrados en el proyecto. En sus empresas fueron acogidos 10 niñas y niños con diversas discapacidades intelectuales o de salud mental informadas por la Sociedad de Salud del Área de Prato, también socia del proyecto.

Estos jóvenes aprendieron a cuidar un huerto o unos olivos (por Andrea y Lapo), a criar abejas (por Lapo) o a cuidar terneros y caballos (por Giuliana). También fue importante para ellos la experiencia de realizar estas actividades juntas y también de tener momentos de comunidad como los desayunos en casa de Giuliana, que resultaron ser complementos válidos a la actividad agrícola.

El otro socio de ASAP, la Cooperativa social Alice con la coordinación de Francesca Drovandi, desempeñó un papel importante tanto por la coordinación de las materias con las empresas asociadas como por la contribución esencial de los tutores puestos a disposición para apoyar a los niños involucrados en su interacción. con las empresas y las actividades cotidianas que realizan, siguiendo sus dificultades y éxitos.

El trabajo que permitió identificar a los sujetos desfavorecidos más aptos para su inclusión en las explotaciones agrícolas asociadas al proyecto fue largo. Por cuestiones derivadas de la pandemia, este emparejamiento se prolongó más de los 6 meses previstos, pero la Sociedad de Salud y la Cooperativa Social Alice han establecido una metodología de trabajo replicable y robusta, aplicable en nuevos proyectos de agricultura social.

La identificación se basó en un análisis de los registros de la empresa que habían sido elaborados previamente. Por ello, se organizaron cursos de formación específicos destinados a informar/formar a las personas desfavorecidas sobre las principales normas de seguridad en el lugar de trabajo, con especial mención de los riesgos asociados a la actividad agrícola y los trabajos relacionados.

La larga preparación de las prácticas, tanto en términos de selección como de formación de los usuarios, permitió la realización de más del 90% de los itinerarios, con una valoración positiva de los sujetos implicados y de las familias de acogida.

Pero Asap también trataba de difusión y conocimiento de buenas prácticas de agricultura social. Además del evento final, también se realizaron 5 video entrevistas, 1 evento online para discutir las actividades realizadas y un manual para la implementación de proyectos de agricultura social.

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