El humo blanco en el entrenador es fundamental para lograr un Cagliari competitivo. Final apretada para Nicola, pero no se puede descartar un cambio de aires

El humo blanco en el entrenador es fundamental para lograr un Cagliari competitivo. Final apretada para Nicola, pero no se puede descartar un cambio de aires
El humo blanco en el entrenador es fundamental para lograr un Cagliari competitivo. Final apretada para Nicola, pero no se puede descartar un cambio de aires

De Giuseppe Amisani

El apretón final está cerca. Tanto es así que esta semana debería llegar el esperado anuncio de que dará luz verde a la aventura de Davide Nicola en el banquillo del Cagliari. Las sorpresas siempre están a la vuelta de la esquina cuando el mercado está abierto, pero ahora el juego parece haber terminado. Porque ya existe un acuerdo entre el club sardo y el técnico que se marchará del Empoli durante unas semanas. Lo que falta es luz verde por parte del equipo toscano que, antes de despedir a su entrenador, quiere, por un lado, encontrar una alternativa válida y, por otro, espera poder obtener alguna ventaja. Uno, sobre todo, podría ser un descuento significativo en la compra de Razvan Marin, que acaba de regresar formalmente a los rossoblù tras el fracaso del Empoli en canjearlo. El salario del jugador rumano, sin embargo, está fuera del alcance de las arcas del club insular y por ello el directivo sigue en la lista de bajas. Los toscanos no querrían privarlo, pero esperan que la negociación pueda desarrollarse por un camino más contenido que el vinculado a la redención. En este caso, si se llega a un acuerdo, Nicola podría quedar libre para iniciar su nueva aventura.

Y sería una buena carta elegida por Cagliari para después de Ranieri. Ciertamente no fue fácil encontrar un técnico digno de Sir Claudio. Y los distintos castings realizados por el club sardo no tuvieron éxito. Hasta la idea de Nicola que, por sus características técnicas y temperamento, puede intentar mantener el entusiasmo de un lugar que ha quedado bastante sacudido por la despedida del técnico romano. Los dos milagros consecutivos han dejado su huella en la historia de Cagliari pero sobre todo en el corazón de la afición que ahora espera ver pronto colmado el vacío dejado por Ranieri.

El casi ex entrenador del Empoli podría triunfar gracias a su gran dedicación al liderar los distintos equipos que ha entrenado. A lo que, evidentemente, también hay que sumar los resultados. La prioridad sigue siendo cerrar el asunto rápidamente porque sólo después de haber guardado el nombre del nuevo entrenador en la caja fuerte será posible pensar en refuerzos. Algunos nombres empiezan a circular pero, como debe ser, nada se cerrará sin el visto bueno del nuevo timonel rossoblù. Lo cierto es que será un Cagliari joven, brillante y descarado. Listo para sorprender a los fanáticos de la isla.

Pero tampoco faltarán elementos de experiencia, liderados por el capitán Pavoletti, recién llegado de la renovación de su contrato por dos años. Lapadula será otro hombre en el que centrarse, también para desarrollar mejor a jugadores jóvenes como Luvumbo y Kingstone que, como los demás, están en situación del primer equipo (Obert, Prati, Sulemana, Kourfalidis y Veroli). Y a Viola también se le podría dar una nueva oportunidad, ya que dentro de unos días terminará su experiencia en Cerdeña pero pronto podría ser llamado a las armas. Es necesario entonces evaluar algunas situaciones, como las que afectan a los ahora ex rossoblù Shorumodov, Oristano y Gaetano.

Para quien, de llegar a un acuerdo económicamente sostenible con los respectivos clubes, podría abrirse una nueva aventura en la isla. Historia diferente para Mina. Ampliado su contrato, el club, apegándose a la opción que tenía, fijó una cláusula de rescisión de 1,5 millones de euros para quien quisiera arrebatárselo al Cagliari. Se ejercerá antes del 10 de agosto. Fecha a partir de la cual será necesario tratar directamente con el club. Porque no es seguro que un perfil como el suyo, de experiencia y carisma, se adapte al nuevo técnico que tendrá la última palabra, como ocurre con otras situaciones en juego. En un Cagliari que quiere mantener alto el entusiasmo de su afición. Con la mirada puesta en el pasado reciente, escrito por las satisfacciones recogidas (y dadas) por Ranieri pero al mismo tiempo con una mirada decidida hacia un futuro que podría ser igualmente apasionante.

PREV Antares reveló los misterios de la Luna, muchos de ellos en una lección especial en el centro de Legnano
NEXT Barco con inmigrantes vuelca frente a la costa de Calabria: 50 desaparecidos