“Cagliari volverá a empezar con jóvenes talentos”. Ranieri tendrá que dar su consentimiento para volver a dirigir a los rossoblù, pero ya hay un plan para el futuro.
Entre Tommaso Giulini y Claudio Ranieri – escribe Giuseppe Amisani – pronto habrá tiempo para hablar del futuro. Por un lado, existe la sugerente posibilidad de que Ranieri, a quien todavía le queda un año de contrato, siga sentado en el banquillo rossoblù. Por otro lado, la hipótesis, que ya circula en la ciudad desde hace algunas semanas, de que el técnico podría poner fin a su carrera tras el segundo milagro consecutivo. Todos los caminos están abiertos y mucho dependerá de la ilusión que el propio técnico sepa poner sobre la mesa para planificar el futuro con los rossoblù.
A la espera de entender qué pasará y con todas las renovaciones y préstamos por definir, las certezas siguen siendo algunos jóvenes por los que la empresa ya ha empezado a apostar. Prati, Obert, Luvumbo, Sulemana y Kingston son los nombres sobre los que construir el equipo del próximo año. Veroli y Kourfalidis, otras dos joyas que fueron cedidas, regresan a la isla.
Algunos de ellos ya han demostrado que tienen personalidad y carisma para hacerse un hueco como protagonistas. Los demás sucederán. Tal como le pasó a Luvumbo quien por necesidad tuvo que saltarse los pasos de adaptación a un nuevo campeonato.
