Metro de Catanzaro: una espera que ha durado demasiado

Será una obra destinada a cambiar el sistema de transporte de la ciudad. Esta es, en general, la suposición y la esperanza que tenían las autoridades de la ciudad el día de la inauguración de las obras del metro de superficie de Catanzaro. Un trabajo iniciado en 2017 con la finalización de las obras prevista para 2020, luego pospuesta a 30 de abril de 2025, fecha límite fijada por el Departamento de Infraestructuras y Obras Públicas de la Región de Calabria que creó un nuevo grupo de trabajo para apoyar a la Rup. Un nuevo aplazamiento llevó a la Autoridad Nacional Anticorrupción a intervenir, señalando los importantes retrasos y el “incumplimiento de los procedimientos con los principios de puntualidad y rentabilidad de las obras”. Gestión global ineficaz por parte del órgano de contratación, que no actuó con energía para evitar o en cualquier caso limitar los fuertes retrasos que se acumularon en la ejecución de las obras”.

El tan esperado metro, por lo tanto, ha sufrido retrasos a lo largo del tiempo debido al descubrimiento de hallazgos arqueológicos (una villa de la Magna Grecia), el descubrimiento de artefactos bélicos, luego la pandemia con la paralización de las obras y el aumento de los precios de los materiales de construcción. En este sentido, la ANAC constató “un proceso técnico-administrativo no basado en los criterios de economía y oportunidad establecidos por la ley, con un aumento progresivo del coste de la intervención y del tiempo de ejecución”.

“El importe contractual se ha incrementado varias veces – explica la Autoridad – pasando de 81.623.701 euros en 2015 a 116.103.766 euros en 2022, tras la evaluación de la tercera variante, con un aumento global por tanto del 42,22% aproximadamente, a lo que se suman otros 6.733.656,21 euros pagado a la empresa tras la escritura de liquidación del 16.12.2019″. El metro de Catanzaro es tun intervención estratégica para la capital regional. Se trata de una intervención que una vez finalizada conectará la zona de germaneto, ahora centro de negocios de la ciudad de las tres colinas, con la parte alta de la ciudad. Una obra de reparación entre dos puntos clave del sistema urbano de Catanzaro que servirá para dar continuidad orográfica a dos lugares por lo demás “extraños”, un medio de transporte que los catanzaroanos llevan demasiado tiempo esperando.

Con la esperanza de que pronto pueda entrar en funcionamiento y sus costes de gestión puedan considerarse sostenibles dado que en el pasado se han expresado algunas dudas al respecto.

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