el arzobispo Monseñor Vincenzo Pelvi celebró la misa para los participantes en la conferencia de Uneba en Nápoles en la iglesia de San Carlo Borromeo en el centro de negocios de Nápoles, llevando los saludos de la diócesis de Nápoles y del arzobispo Monseñor Domenico Battaglia.
“Debemos involucrar -esta es la invitación que dirigió a la Uneba en su homilía- a todas las instituciones en una discusión constructiva y efectiva a través de una colaboración incansable que intercepta los primeros síntomas de malestar psicológico en los adolescentes. La urgencia de estar cerca de las nuevas generaciones, de nuestros niños y niñas, sigue siendo importante, sobre todo si están en dificultades y marginados, e incluso si han cometido errores. Tomemos de la mano a los jóvenes en estado de fragilidad (…) con la voluntad de involucrarse por ellos o, como repitió Don Bosco, ‘Le pusimos la cara’”.
En muchos años Uneba nos ha ofrecido la oportunidad de encontrarnos con tanto sufrimiento, desesperación, a veces violencia, pero nunca nos hemos rendido. La lógica que lleva a decir ‘de todos modos no solucionaremos nada’ no nos pertenece.
Esta conferencia tiene lugar además en vísperas del Jubileo, al que el Papa Francisco ha confiado una connotación precisa: ser peregrinos de la esperanza, especialmente en lo que él define como las periferias existenciales. Os invito, por tanto, a considerar el trabajo de estos días como una señal fuerte para mirar el futuro de las nuevas generaciones no como derrotadas sino como protagonistas del bien”
