Pequeños científicos, grandes ideas. Aquí está el proyecto de aire limpio.

Pequeños científicos, grandes ideas. Aquí está el proyecto de aire limpio.
Pequeños científicos, grandes ideas. Aquí está el proyecto de aire limpio.

No es seguro que las ideas así desarrolladas y transformadas en productos tengan luego una salida real en el mercado, pero una cosa sí es segura: la actividad del curso de tarde de Isis Bernocchi llamado Arca (Actividad de investigación y construcción de aparatos científicos) sigue estimulando ideas y produciendo resultados concretos, hasta el punto de que, después de “Free city bike”, un sistema para la seguridad de los ciclistas ya presentado y premiado hace unos meses, ha producido también “Plant Box”, una solución innovadora para purificando el aire durante la noche de descanso.

El proyecto fue presentado en la XXVI edición de “Ciencia menores de 18”, una iniciativa educativa que pretende estimular el interés de los niños por la ciencia y la tecnología a través de talleres, conferencias y presentaciones interactivas. El dispositivo fue desarrollado por un grupo de trabajo formado por Ilias Laamari, Lorenzo Donato, Alberto Pogliani, Singh Damanpreet, Stefano Zecca, Giorgia Colombo y Gabriel Barbuian: el proceso fue luego “guiado” por Francesco Lauricella, profesor del laboratorio de Telecomunicaciones. La idea de Plant Box surge de la conciencia de la importancia de respirar aire limpio para nuestra salud: el dispositivo consta de una caja herméticamente cerrada compuesta por dos cámaras. En el primero, donde se absorbe el aire del ambiente circundante gracias a un ventilador, hay una planta que absorbe dióxido de carbono y libera oxígeno durante el proceso de fotosíntesis, posible durante la noche gracias a cuatro LED y un sistema de difusión de agua. En la segunda cámara, por donde pasa el aire enriquecido con oxígeno, hay una lámpara UVC, que mata bacterias y virus, y carbonato de sodio, que absorbe aún más el dióxido de carbono. El aire limpio finalmente llega a la habitación a través de otro ventilador.

“Para garantizar el encendido, apagado y el correcto funcionamiento de todos los dispositivos en el orden preestablecido – explica Ilias Laamari, portavoz del grupo – utilizamos Arduino Uno R3, una placa electrónica programable en la que cargamos el código que codifica los ciclo de funcionamiento”. Los niños dijeron que estaban muy satisfechos con la experiencia, tanto por el nivel de competencia técnica que tuvieron la oportunidad de desarrollar como por la implicación humana que esto generó.

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